En la Miscelánea de hoy nos adentramos en una de las tradiciones más queridas y significativas de Rumanía: el Mărțișor, esa pequeña joya que simboliza la llegada de la primavera. Pero hoy vamos a explorar algo aún más fascinante: la conexión entre el Mărțișor y los rituales de protección que forman parte integral de la cultura popular rumana.
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La primavera está por llegar y la primera fiesta tradicional rumana que celebra la llegada de la primavera se llama mărțișor y se festeja cada primero de marzo.
Se cocinan comidas con calabaza y tortillas de maíz, se pone mucho ajo en las puertas y ventanas y la gente evita salir a las calles, quedándose en casa donde están protegidos por los ajos
Las mujeres y las niñas llevan colgados estos amuletos, al pecho, durante todo el mes de marzo. Se dice que, si te regalan un “martisor en forma de herradura, de trébol y de chico que limpia las chimeneas, vas a tener suerte, amor y prosperidad durante