Hasta el momento, trece productos rumanos han obtenido el reconocimiento europeo, ya sea bajo la etiqueta de Indicación Geográfica Protegida, Denominación de Origen Protegida o Especialidad Tradicional Protegida.
Las prioridades del año 2016 son mejorar la absorción de fondos europeos, implementar la Política Agrícola Común, y establecer un sistema eficiente de irrigación.