En marzo de 1990, la Sociedad "Timişoara", formada por intelectuales cívicos y anticomunistas, publicó la Proclamación de Timişoara, uno de los documentos más importantes de la Revolución rumana de diciembre de 1989. Exigía reformas profundas y el retorno a los principios de una sociedad libre. En el famoso punto 8, el documento proponía la depuración de la sociedad rumana, lo que suponía romper con el pasado comunista.
«Es nuestro deber mantener viva la memoria de las víctimas de la guerra y de los perseguidos por su fe», declaró en Berlín el presidente rumano, Klaus Iohannis
«El año nuevo que nunca fue», ópera prima del director Bogdan Mureșanu, fue premiada en el Festival de Venecia