Visita del primer ministro rumano a EE.UU.
Victor Ponta se ha reunido con responsables políticos y representantes del sector empresarial estadounidenses.
Bogdan Matei, 23.10.2013, 16:55
Hace un decenio, cuando lideraba la juventud social demócrata rumana, Victor Ponta no se negaba el gusto de hacer excéntricos. Llevaba camisetas con el retrato del Che Guevara y declaraba que se encadenaría a las puertas de la primera base militar de EE. UU. que se abriera en Rumanía.
El año pasado, después de que la mayoría de la Unión Social Liberal suspendiera del cargo al presidente Traian Băsescu, el primer ministro Victor Ponta polemizó varias veces con los emisarios de Washington, que no ocultaban su apoyo por el jefe del estado. Sin embargo, estos ya son capítulos cerrados. Ahora el primer ministro demuestra que indistintamente del color del poder político de Bucarest, los EE. UU. siguen siendo el socio político y militar más importante de Rumanía. De hecho, el vicepresidente Joe Biden ha agradecido al primer ministro el apoyo constante ofrecido por Rumanía en problemas tales como Afganistán o el escudo antimisiles. Sus debates se han centrado más bien en la colaboración económica. Ambos líderes han declarado que es importante que el volumen de las inversiones y el comercio bilateral aumenten. En una entrevista concedida al corresponsal de Radio Rumanía, Victor Ponta ha explicado lo siguiente:
“La respuesta estadounidense ha sido: Sean fuertes desde el punto de vista económico e independientes energéticamente porque, seguramente, militar, política y económicamente son un socio importante para nosotros.”
Sobre el trasfondo de las preocupaciones expresadas también por las compañías estadounidenses, el jefe del Ejecutivo de Bucarest ha asegurado que la justicia rumana dejará de implicarse en luchas políticas y que sus inversiones están a salvo.
“Los estadounidenses afirman: Venimos a invertir, pero ¿el gobierno del país en el que invertimos y su justicia protegen nuestra inversión? En Washington les aseguré que Rumanía ya cuenta con un sistema fuerte y gubernamental de justicia de modo que cada inversor que respete las leyes de Rumanía y los estándares europeos se beneficia de la protección del gobierno y de la justicia.”
Queda por resolver el caso de los visados para los ciudadanos rumanos que desean visitar EE. UU. Esto no depende de la administración demócrata sino del Legislativo, dominado por republicanos, razón por la cual en la agenda del primer ministro figuran también reuniones con los congresistas estadounidenses.