Visita del papa Francisco a Rumanía
Después de 20 años, Rumanía, país de mayoría ortodoxa, recibirá nuevamente la visita de un sumo pontífice.
Bogdan Matei, 14.01.2019, 15:06
El papa Francisco emprenderá un viaje apostólico a Rumanía, de tres días de duración, del 31 de mayo al 2 de junio del corriente, a invitación del presidente Klaus Iohannis y de la Iglesia católica de nuestro país, según informan fuentes de Bucarest y del Vaticano. Bajo el lema ”¡Caminemos juntos!”, el santo padre visitará la capital, Iasi, la ciudad más grande el este de Rumanía, con mayoría romanocatólica, la ciudad de Blaj, capital espiritual de los grecocatólicos rumanos, así como el santuario franciscano de Şumuleu Ciuc, centro del país, donde vive gran parte de la minoría húngara de nuestro país.
El santo padre siempre ha abogado a favor del bien común y ha rechazado el egoísmo. El papa viaja a Rumanía para abogar por la unidad y para confirmar la fe, ha anunciado el director interino de la sala de prensa de Vaticano. El obispo de la diócesis romanocatólica de la ciudad de Iasi, Petru Gherghel, ha declarado que el papa es como un padre que viene a visitar a sus hijos. Para el cardenal grecocatólico, Lucian Mureşan, presidente de los obispos católicos de Rumanía, la visita del papa Francisco a Rumanía tiene un carácter pastoral, pero también matices ecuménicas. El embajador de Rumanía ante la Santa Sede, Petru Liviu Zăpârţan, le ha dicho a la corresponsal de Radio Rumanía en Roma que esta visita del papa es un buen motivo de diálogo con la Iglesia ortodoxa, mayoritaria en Rumanía, pero también será una oportunidad para observar que Rumanía está en la confluencia de unos espacios culturales muy diversos. En Bucarest, el portavoz de la Patriarquía, Vasile Bănescu, ha recibido con satisfacción este anuncio y ha evocado las buenas relaciones entre la Iglesia ortodoxa rumana y la grecocatólica.
En el censo más reciente, el 86,5% de los ciudadanos rumanos se declaran ortodoxos, el 4,6% romanocatólicos y menos del 1%, grecocatólicos. Rumanía jamás afrontó guerras religiosas y tampoco prácticas de la Inquisición. Tal vez por esta razón, en 1999, Rumanía se convertía en el primer país con mayoría ortodoxa que recibía la visita de un sumo pontífice. Invitado por el presidente cristianodemócrata Emil Constantinescu y por el patriarca ortodoxo de aquel entonces, Teoctist, el papa Juan Pablo II fue recibido con entusiasmo y amor por miles de rumanos, quienes, indistintamente del culto religioso al que pertenecían, veían en él al más querido papa en la historia. La prensa occidental también presentó detalladamente la visita de Juan Pablo II a Rumanía y subrayaba que el santo padre le había atribuido a Rumanía el hermoso título de ”Jardín de la Madre de Dios”.
(Versión española: Valeriu Radulian)