Veredicto del expediente de Microsoft
En Bucarest se ha pronunciado el veredicto del célebre expediente de Microsoft. Todos los acusados han recibido condenas de prisión.
Florentin Căpitănescu, 04.10.2016, 13:55
El Tribunal Supremo de Casación y Justicia ha condenado por decisión definitiva a los cuatros inculpados en el expediente de Microsoft, calificado por la prensa de Bucarest, con razón, como uno de los más espectaculares de la historia judicial de la Rumanía postcomunista. Se trata de dos conocidos empresarios, Dorin Cocoş y Nicolae Dumitru, un exministro de Comunicaciones, Gabriel Sandu, y un exalcalde de la ciudad de Piatra Neamţ, Gheorghe Ştefan, quienes han recibido en total 14 años de cárcel. Además, el Tribunal Supremo ha decidido confiscar más de 17 millones de euros de los cuatro inculpados. Según la Dirección Nacional Anticorrupción, en abril de 2004, el contrato de alquiler de las licencias de Microsoft ultimado en condiciones onerosas para el presupuesto estatal facilitó también el pago de algunas comisiones a las personas implicadas: un soborno de 60 millones de euros y un perjuicio al Estado de 27 millones de euros, siendo éstas las acusaciones dirigidas contra este grupo delictivo.
En general, los fiscales han investigado los detalles de los contratos a través de los cuales durante el mandato de varios gobiernos de diferentes colores políticos, el sistema de educación fue el beneficiario de algunas licencias de software cuyo número superaba mucho las necesidades reales del sistema y el precio desafiaba cualquier lógica económica. A cambio de los contratos de licencia, tanto los que ocupaban un cargo político como los empresarios recibieron comisiones no justificadas. Dorin Cocoş, aunque tenía fama de empresario exitoso que siempre quiso tener una presencia pública discreta, es considerado la mente que dirigía el grupo. Percibido durante muchos años como una persona cercana al jefe del Estado, Traian Băsescu, Cocoş igual que numerosos empresarios locales, no ha vacilado en implicarse en los contratos con fondos públicos con los cuales, según la prensa, ha logrado construir su imperio financiero. Gheorghe Ştefan, más conocido como Pinalti por su implicación en el fútbol, era el ejemplo perfecto del alcalde de una ciudad relativamente pequeña, que sin embargo tenía gran influencia dentro del principal partido de gobierno. A su vez, el exministro Sandu, según sus propias declaraciones, recogió fondos para su partido antes de las elecciones presidenciales de 2009, ganadas por Traian Băsescu. Ştefan y Sandu eran miembros del PDL, que desapareció después de la fusión con el PNL. El expediente de Microsoft, una victoria clara de la DNA, dice mucho de un sistema vicioso, profundamente tóxico, en el que los políticos y los empresarios se dan la mano para alcanzar sus propios intereses financieros, los partidos nombran a gente dudosa para los altos cargos de la administración, y las formaciones políticas se financian robando del dinero público.