Una nueva serie de medidas contra el coronavirus
Las autoridades rumanas han adoptado medidas sin precedentes para limitar la propagación del COVID-19.
Bogdan Matei, 10.03.2020, 13:50
Al igual que en todo el planeta, en Rumanía el ritmo de la vida se ralentiza y las actividades sociales se reducen dramáticamente. Flagelo auténtico, según afirman los especialistas, o psicosis colectiva como piensan todos, el coronavirus ha obligado también a las autoridades de Bucarest a adoptar nuevas medidas sin precedentes para limitar la propagación de la epidemia. La más espectacular, ya que afecta a millones de familias, es la decisión de suspender las clases en la educación preuniversitaria del 11 al 22 de marzo, con posibilidad de prolongación, en función de la evolución de la situación. Una posible decisión de suspender las clases en las universidades será tomada por cada universidad en parte, según ha precisado la ministra interina de Educación, Monica Anisie. La ministra también ha dicho que por ahora no se ha tomado ninguna decisión sobre la manera en que se recuperarán las clases, pero están analizando la posibilidad de realizar las clases en línea.
Monica Anisie:
“Esta medida se refiere a todas las unidades de enseñanza preuniversitaria, estatal o privada. Se trata de las unidades de enseñanza preescolar, primaria y secundaria, o sea todas las unidades de enseñanza preuniversitaria. En cuanto a la enseñanza universitaria, ya saben que se trata de una autonomía universitaria. Ya he transmitido a las universidades una nota a través de la cual he solicitado que anuncien al Ministerio de Educación e Investigación antes de tomar la decisión de suspender las clases en el marco del Senado de las universidades.”
A su vez, el ministro del Interior, Marcel Vela, ha anunciado que se suspende el transporte vial de personas para todos los viajes efectuados hacia y desde Italia en el período 10-31 de marzo. Los transportistas viales y ferroviarios están obligados a informar a los pasajeros antes de entrar en el país que tendrán que completar un formulario bajo su propia responsabilidad en el que precisarán de qué zona de Italia vienen. Ha sido suplementado el personal en la frontera occidental para identificar a todas las personas que llegan de Italia, país europeo que registra la mayor tasa de crecimiento del COVID-19 y en el que vive la comunidad rumana más numerosa de la diáspora.
36 estudiantes de la Universidad “Alexandru Ioan Cuza” de Iasi están en Italia a través del Programa Erasmus. Aunque se muestran preocupados por la situación de allí, no desean volver al país para no perder la beca. También los operadores aéreos tienen la obligación de comunicar a los ciudadanos que quieran viajar desde Italia, China, Irán o Corea del Sur a Rumanía, con conexión, el hecho de que serán puestos en cuarentena en el territorio rumano. Los que provienen de los cuatro países mencionados y que ingresan al país a través de puntos fronterizos terrestres están obligados a permanecer en cuarentena dentro del distrito fronterizo o en aislamiento en sus hogares. Hasta finales de este mes, las autoridades han prohibido en toda Rumanía los eventos públicos o privados en espacios abiertos o cerrados con más de 1.000 participantes. Decenas de conciertos han sido cancelados o aplazados. La Federación y la Liga Profesional de Fútbol han anunciado que este mes de marzo los partidos se disputarán sin espectadores. También el Consejo de Administración de la Asociación de Editores de Rumanía ha decidido cancelar la organización de la novena edición de la Feria de Libro Bookfest de Timisoara (en el oeste del país), programada del 12 al 15 de marzo. Otra medida prohíbe el acceso a hospitales de los familiares de los pacientes, así como de los estudiantes de medicina, para prácticas. De momento, la única buena noticia para los rumanos es que sobre el trasfondo de la reducción de las actividades en todo el mundo, el precio de los carburantes ha bajado.