Una invasión que no ha tenido lugar
“La libre circulación en el espacio comunitario y “la liberalización del mercado laboral son dos nociones diferentes
Roxana Vasile, 08.01.2014, 12:03
La Comisión Europea no ha recibido todavía ninguna señal referente a la así llamada invasión de los rumanos, que desde el pasado 1 de enero tienen derecho a trabajar libremente en Europa. Es un comentario de Roxana Vasile.
“La libre circulación en el espacio comunitario” y “la liberalización del mercado laboral” son dos nociones diferentes. Si, aún desde el 2007, año en que Rumanía se incorporó a la UE, los rumanos tenían derecho a viajar libremente a la UE, en cambio en el momento de encontrar un empleo, las cosas se complicaban. Necesitaban permisos de estancia y de trabajo para poder trabajar en muchos países europeos y solamente en algunos campos. Desde el pasado primero de enero, una vez abierto completamente el mercado laboral, estas restricciones desaparecieron. Sin embargo, no ha desaparecido el temor de una parte de la prensa y de varios políticos europeos de que esto genere una “invasión” de los rumanos en sus estados. Por lo menos por ahora, la realidad los contradice. Días enteros, diarios y ciudadanos británicos ironizaron al único rumano que “invadió” Londres el primer día del año.
La Comisión Europea ha anunciado que hasta ahora no ha recibido ninguna señal por parte de los países de la UE, especialmente de los más temedores — Reino Unido y Alemania — relativa a la así llamada invasión. Según Jonathan Todd, vocero del comisario para asuntos sociales, antes de levantarse por completo las restricciones, muchos rumanos ya se habían establecido en otros estados miembros. Claro que la Comisión Europea reconoce que la liberalización del mercado laboral podría generar algunos problemas a nivel local en cuanto al espacio en las escuelas, los servicios de sanidad o de la infraestructura, pero el ejercicio presupuestario 2014-2020 prevé dinero para tales asuntos. Jonathan Todd :
“La Comisión Europea puede ayudar a través del fondo social europeo por un valor total de 10.000 millones. En el actual período financiero, los estados miembros deben utilizar por lo menos un 20% del dinero que se le asigna para la inclusión social, es decir para resolver semejantes situaciones.”
Constantin Rudnitchi, analista económico, afirma que pueden haber problemas también cuando los migrantes se benefician ilegalmente de asistencia social o de sanidad. Pero, los costes serían insignificantes en comparación con los beneficios de los países de destino :
“A largo plazo, es obvio que una mano de obra que llega fuera del país, pero que paga los seguros sociales, ayuda a ese país para que la población autóctona reciba sus pensiones dentro de 10 o 20 años, que tenga un sistema de sanidad al que pueda seguir consolidando y evidentemente a mantener cierto nivel de vida”.
La CE sigue defendiendo el hecho de que la libre circulación de las personas y de la mano de obra es un principio fundamental y el período máximo para las restricciones se limitó mediante tratados, después de siete años desde la adhesión de Rumanía, finalizando el 1 de enero de 2014.
(trad. Brigitta Pana)