Un día de múltiples significados
El 25 de octubre, los rumanos celebran tanto el Día del Ejército como el aniversario de su último soberano.
Bogdan Matei, 25.10.2016, 15:06
El 25 de octubre se celebra el Día del Ejército Rumano a través de ceremonias militares y religiosas en todas las guarniciones del país y en todas la misiones en el extranjero. El titular rumano de Defensa, Mihnea Motoc, ha evidenciado el significado de este día.
“Es el día en que rendimos homenaje a las tradiciones del Ejército transmitidas de una generación a otra, desde los valientes forjadores de la historia de nuestra nación hasta los militares del tercer milenio, experimentados en las operaciones militares. Es el día en que rendimos homenaje a todos los héroes caídos en los combates librados por nuestro ejército en toda su historia. Este día representa también una oportunidad de agradecer a los veteranos de nuestro Ejército, a los valientes sobrevivientes de la última conflagración mundial y a los que han cumplido misiones internacionales en los últimos decenios.”
Una de las instituciones que mayor confianza da a los ciudadanos, según atestiguan todos los sondeos de opinión efectuados en la Rumanía postcomunista, el Ejército rumano, es homenajeado también en la República de Moldavia, vecina, exsoviética donde la mayoría de la población es rumanohablante. El homólogo de Mihnea Motoc, Anatol Salaru, ha evocado el sacrificio de los soldados rumanos caídos en los combates de la Segunda Guerra Mundial. Gracias a aquellos que entonces sacrificaron sus vidas en nombre de la fe, la nación y la verdad, las generaciones actuales pueden comunicarse en rumano, ha añadido el titular de Defensa en el gobierno prooccidental de Chisinau. La propia fecha, el 25 de octubre se relaciona a la última conflagración mundial. En 1944, una vez tomado el control sobre la ciudad de Carei, en el noroeste de Rumanía, el ejército liberaba según una fórmula consagrada en la época, el último surco de tierra rumana del norte de Transilvania, que hasta entonces había estado bajo ocupación húngara. Tanto los protagonistas de aquellos momentos como los historiadores coinciden en que el acontecimiento se habría podido realizar con antelación pero que los oficiales prefirieron dejar a las tropas que descansaran varios días antes del asalto final, para que la victoria de Carei coincidiera con el día de cumpleaños del rey Miguel I que era también el jefe supremo del Ejército. Nacido el 25 de octubre de 1921, el rey Miguel fue el último de los cuatro soberanos de la dinastía de origen alemán Hohenzollern-Sigmaringen, instalada en el trono de Bucarest en 1866, que edificó la Rumanía moderna. Miguel I fue entronizado en 1940 tras la abdicación de su padre, el impopular Carlos II. El 23 de agosto de 1944 el rey dispuso la detención del dirigente de facto del Estado, el mariscal Ion Antonescu, la retirada de Rumanía de la alianza con la Alemania hitleriana y la vuelta al lado de sus aliados tradicionales, EE. UU. y Gran Bretaña. En opinión de los historiadores esta decisión acortó la guerra en al menos seis meses y salvó cientos de miles de vidas. Tres años más tarde, cuando el país estaba prácticamente bajo ocupación militar soviética y estaba dirigido por un gobierno comunista marioneta, el rey se vio obligado a abdicar y salir hacia su exilio occidental. El soberano pudo regresar al país sólo después de la revolución anticomunista del año 1989 cuando volvió a obtener la nacionalidad rumana que le había sido retirada por los comunistas, así como una parte de sus propiedades. El rey Miguel promovió, en calidad de embajador especial en las grandes cancillerías occidentales, la admisión de Rumanía en la OTAN en 2004 y en la UE, en 2007.