Soluciones y medidas de protección antisísmica
Las autoridades rumanas buscan nuevas soluciones para reducir los riesgos y reaccionar de manera rápida y eficiente en caso de un terremoto de gran magnitud.
Bogdan Matei, 05.03.2019, 15:15
Campañas de información, aplicaciones móviles y una plataforma nacional con recomendaciones son algunas de las medidas tomadas para ayudar a los ciudadanos rumanos a reaccionar en situaciones extremas como las provocadas por sismos de gran magnitud. El pasado lunes, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo para la Física de la Tierra junto con la Academia Rumana presentaron instrumentos desarrollados después del 4 de marzo de 1977, fecha del terremoto más devastador, de 7,2 grados en la escala de Richter, registrado en Rumanía. El terremoto provocó la muerte de 1.570 personas, principalmente en Bucarest, y causó daños materiales estimados en más de 2.000 millones de dólares. Alrededor de 230.000 viviendas fueron destruidas o gravemente afectadas y centenares de unidades económicas dejaron de funcionar. El terremoto generó una crisis económica y social que, según los historiadores, la dictadura comunista de la época no pudo superar hasta que se derrumbó en 1989. Los especialistas advierten que en caso de un sismo similar, centenares de edificios podrían derrumbarse en la capital.
Desde 2013, existe un sistema de alerta de terremotos de más de 4,5 grados que puede ser utilizado para bloquear las infraestructuras peligrosas tales como los procesos químicos o las instalaciones de gases. El sistema está instalado en los centros de emergencia de todos los ministerios de perfil del país.
Según su director, el doctor Constantin Ionescu, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo para la Física de la Tierra trabaja, entre otras cosas, en un sistema que monitoriza el comportamiento de los edificios de oficinas. El secretario de Estado para situaciones de emergencia del Ministerio del Interior, Raed Arafat, ha anunciado a su vez que el ejercicio “Sismo 2018”, organizado el pasado mes de octubre, será la base de una nueva ley. El ejercicio de protección civil de mayor amplitud de los últimos años en el ámbito europeo ha dado a las autoridades rumanas la oportunidad de probar la capacidad de respuesta y la capacidad de intervención y cooperación en el caso de un terremoto de alta magnitud. Rumanía no fue elegida al azar: junto con España, Italia o Grecia, Rumanía es considerada uno de los países miembros de la Unión con alta vulnerabilidad a los seísmos. En los últimos dos siglos, en Rumanía se registraron siete terremotos con una escala de magnitud mayor a 7. En las simulaciones del pasado mes de octubre fueron entrenadas durante cinco días todas las estructuras responsables en el caso de la producción de un sismo con una escala de magnitud mayor a 7,5 seguido por réplicas que causarían múltiples víctimas y afectarían en primer lugar a la capital. Los equipos de rescate tuvieron que enfrentarse con situaciones límite, con pérdidas de vidas humanas, heridos y personas que se encontrasen sin techo ni hogar. El presidente Klaus Iohannis decretó la aplicación del estado de emergencia. El ejército instaló en sus bases hospitales militares móviles y en los estadios de la capital y en las zonas satélite se acondicionaron campamentos para los siniestrados. Desde Israel, Italia y Noruega, fueron trasladados hospitales móviles de última generación dotados de equipo de cuidados intensivos mientras que desde Austria y Hungría llegaron ambulancias.
Los resultados del ejercicio han sido analizados también por los expertos de las estructuras de especialidad de la UE y la OTAN.