Situación tensa en Chisináu
Las autoridades en Chisináu han anunciado que desmantelaron una red coordinada desde Moscú, que tenía por objetivo desestabilizar la situación en la República de Moldavia.
Corina Cristea, 13.03.2023, 13:28
Al haberse encontrado anteriormente en la esfera de influencia de Moscú, la República de Moldavia está encabezada actualmente por autoridades firmemente orientadas hacia la integración europea. Desde hace meses, ellas son el objetivo de algunas protestas en los que se invocan aspectos sociales como la pobreza y el aumento de precios. Sin embargo, no son acciones amplias y, según afirman las autoridades, las investigaciones han mostrado que los manifestantes no participan por convicción, sino remunerados. Y se sospecha que el que paga a los participantes es el partido del controvertido oligarca prorruso Ilan Șor. Condenado en 2017 a 7 años y medio de cárcel por estafa y lavado de dinero, se esconde en Israel.
A partir del otoño de 2022, se han organizado varias manifestaciones de este tipo, y la más reciente tuvo lugar el domingo. Ese día las autoridades moldavas anunciaron que habían desmantelado una red coordinada desde Moscú, y que tenía por objetivo desestabilizar la situación en la República de Moldavia. Se trata de una red de 10 grupos de entre 5 y 10 personas cada uno, que debería haber creado caos durante las manifestaciones que también tuvieron lugar el sábado en Chisináu. Los grupos estaban coordinados por un representante de algunos servicios especiales de la Federación de Rusia y recibían instrucciones para desestabilizar el orden público mediante personas con doble ciudadanía, rusa y moldava, que habían llegado de Moscú justamente con este objetivo.
El jefe de la Comisaría General de Policía de la república, Viorel Cernăuţeanu, presentó varias grabaciones de vídeo y audio, y también fragmentos de correspondencia, para mostrar la implicación de algunas personas de Rusia para preparar el desorden masivo en Chisináu. 25 personas sospechosas fueron interrogadas y siete fueron detenidas. Viorel Cernăuţeanu también afirmó que hay una conexión directa entre el coordinador de Moscú y la compañía privada rusa Wagner, y también entre la red desmantelada por los policías y los organizadores de las protestas en Chisináu. Solo un día antes de las protestas que tuvieron lugar el domingo, la Fiscalía Anticorrupción moldava había anunciado que, tras los registros efectuadas en el caso de varios representantes del Partido Şor, confiscaron más de 2,5 millones de leus moldavos, el equivalente a casi 230.000 euros, dinero que debería haber representado el pago a los participantes en las protestas. En diversas localidades se llevaron a cabo registros, simultáneamente, de varias personas sospechosas de preparar desórdenes masivos para desestabilizar la situación política en la República de Moldavia y la instauración en Chisináu de un Gobierno leal a Moscú. Durante los registros también se encontraron esposas y sustancias con olor típico a marihuana, así como dispositivos de comunicación y de almacenamiento de información. Las personas investigadas son hombres de entre 23 y 50 años, anteriormente procesados. Algunos de ellos han vuelto recientemente de Turquía donde, según indican los servicios moldavos de inteligencia, fueron instruidos para enfrentarse a las fuerzas de seguridad, para usar artículos pirotécnicos y armas durante las protestas. Los registros también se desarrollaron después de que Washington acusara a Moscú de intentar desestabilizar a la República de Moldavia para instalar, probablemente, una administración más amistosa con la Federación de Rusia.
Traducción al español: Monica Tarău