Simona Halep, número uno mundial en la clasificación de la WTA
La rumana Simona Halep termina el año ocupando el primer lugar en el tenis femenino mundial.
Bogdan Matei, 30.10.2017, 15:00
La tenista rumana Simona Halep ha recibido este domingo el trofeo de líder mundial de la WTA al final de la temporada. En el tenis masculino, el renombrado Ilie Nastase logró alcanzar esta posición en los años 70, pero para el tenis femenino es una novedad absoluta.
La laureada ha afirmado que a través de este resultado ha conseguido realizar algo grande para su país: “Es un país pequeño y soy la primera tenista en lograrlo. Es el mejor momento de mi carrera”, ha declarado Halep, visiblemente emocionada, según señala la página web de la WTA, tras recibir el trofeo.
Con 26 años de edad, Simona es la 13ª tenista en acabar el año en el primer lugar de la clasificación mundial del circuito femenino de tenis y la 25ª mujer que asciende al número uno mundial de la clasificación de la WTA, instaurada en 1975. Según recoge la prensa deportiva, es la recompensa de un trabajo ejemplar y de una gran voluntad. Halep no es una tenista espectacular, tampoco le ayuda su altura, muy por debajo del promedio del circuito y según afirman los especialistas, a su técnica le faltan bastantes elementos. No tiene ningún título de Grand Slam y en el reciente Trofeo de las Campeonas de Singapur que ha cerrado la temporada, ha sido eliminada en la fase de grupos. Además, recuerdan los periodistas deportivos, Halep ha empezado el año de manera desastrosa, con una lesión de rodilla en la primera semana de la temporada, pero ha trabajado mucho cosechando punto tras punto y, en una jerarquía femenina con bastantes fluctuaciones tras la salida del circuito de Serena Williams, se impuso como líder incontestable. Desde hace muchos años, no es sólo la mejor tenista rumana clasificada sino la más popular del país. Para esta chica de Constanza (ciudad ubicada en el sudeste de Rumanía, el mayor puerto rumano al mar Negro) nada ha sido fácil. Su familia ha asumido un gran riesgo al invertir todos los recursos de que disponían para apoyarla en su carrera. Ella misma es una persona modesta que ha sacrificado mucho para mejorar su tenis. Incluso se redujo el pecho para tener mayor agilidad en la cancha, a diferencia de otras chicas que quieren aumentar el tamaño de su busto para estar de moda. Simona Halep sigue siendo una niña tímida que en muchas ocasiones se enfrenta con una sonrisa a una enorme presión psicológica. Los seguidores la adoran, pero también hay gente, incluso en su país, que manifiesta una fuerte antipatía contra la tenista. Cuando pierde, Halep pertenece a sí misma y a su familia, de la que se ha dicho que interviene mucho en sus decisiones y en las de sus entrenadores. También se ha dicho que cambia mucho de entrenadores. Aunque el tenis es un deporte individual, hablamos de sus victorias en primera persona del plural, alimentando nuestro orgullo nacional. Según apuntan los comentaristas, cuando gana, decimos que lo hace para nosotros y para Rumanía.