Se intensifican las protestas contra las restricciones
En Rumanía se han producido nuevas protestas contra las medidas antipandémicas adoptadas por las autoridades.
Eugen Coroianu, 30.03.2021, 13:38
En Bucarest y en varias ciudades del país, se produjeron nuevas protestas el lunes por la tarde y durante la noche contra el endurecimiento de las restricciones impuestas por el Gobierno debido a la pandemia. Los participantes corearon consignas contra las autoridades, prendieron fuego a las mascarillas protectoras y denunciaron lo que llamaron una dictadura sanitaria.
Los protestatarios exigieron la renuncia del primer ministro y de algunos altos funcionarios encargados de la gestión de la crisis provocada por el coronavirus. Gritaron consignas de ¡Libertad! y solicitaron la apertura de las escuelas, de las salas de espectáculos, de los gimnasios, y del sector de HORECA muy afectado en este período. He aquí lo que dice un protestatario de la ciudad de Constanța, donde unas mil personas tomaron las calles:
El sector HORECA está cerrado. Las escuelas ahora cierran, ahora abren, los estudiantes no están aprendiendo nada. Queremos la dimisión del primer ministro y explicaciones públicas por todas las medidas impuestas y que se renuncie al uso obligatorio de las mascarillas en los espacios abiertos.
En esta ciudad portuaria del mar Negro, los gendarmes estuvieron presentes para garantizar el orden público y no se informó de incidentes. En la capital, en cambio, las protestas, en su mayoría pacíficas, degeneraron, hacia el final, en violencia. Algunos participantes han sido detenidos tras tirar piedras y botellas contra los gendarmes. Los escaparates de algunas tiendas han sido destrozados y el tráfico de automóviles en el centro de la capital ha sido bloqueado varias veces. Cerca de 200 personas han sido llevadas a las comisarías, donde han sido identificadas, fotografiadas y se les ha tomado las huellas dactilares. La mayoría han sido multadas. Las autoridades también dicen que 12 gendarmes han resultado levemente heridos. El prefecto de la capital, Alin Stoica, ha declarado que quienes instigaron la violencia deben pagar y ha felicitado a los gendarmes por la calma con la que actuaron. Ha agradecido a todos aquellos que respetan las medidas tomadas por las autoridades y que entienden que el malestar que generan es un ‘precio bajo’ para la salud y la vida de los seres queridos.
En las protestas de Bucarest también participaron representantes del partido parlamentario AUR, que previamente habían anunciado que estarían presentes en manifestaciones en todo el país. También hubo violencia en Galați (este), donde varios protestatarios tiraron petardos y piedras contra los gendarmes. En Timișoara (oeste), alrededor de 300 ciudadanos, la mayoría de los cuales no llevaban mascarilla o la usaban de manera incorrecta, marcharon sin incidentes por el centro de la ciudad, así como en Cluj (noroeste) y Brașov (centro). Respecto a todas estas protestas, el primer ministro Florin Cîţu ha dicho:
Ustedes saben muy bien que en toda Europa este tipo de medidas se toman para todo el país. En Rumanía se toman medidas según el grado de incidencia, precisamente porque sabemos que ya hay un cansancio en la sociedad después de un año en el que luchamos contra esta pandemia, pero aún no ha pasado el peligro y tenemos que hacer un esfuerzo más, juntos, para superar este período.
Las protestas tienen lugar en un momento de recrudecimiento de la pandemia y en las condiciones en las que el sistema rumano de salud está sobrecargado, especialmente en las unidades de cuidados intensivos.