Rumanía y el escudo defensivo
La inauguración, este jueves, del escudo antimisiles en Deveselu (sur de Rumanía) ha sido valorada positivamente por los mandatarios rumanos, estadounidenses y de la OTAN y, tal como se esperaba, se ha visto criticada por Moscú.
Bogdan Matei, 13.05.2016, 15:54
En la localidad de Deveselu (sur) los elementos del escudo defensivo antimisiles forman parte de un sistema acogido en algunos países aliados, que incluye un radar terrestre en Turquía, 4 buques de la Marina estadounidense equipados con armas antimisiles en España, un centro de mando en la base aérea Rammstein en Alemania, así como otro interceptor terrestre, que se construirá en Polonia y estará operativo en 2018. Todos los mandatarios de Bucarest, entre ellos el presidente Klaus Iohannis, el primer ministro Dacian Cioloş, los ministros de Exteriores, Lazăr Comănescu, y de Defensa, Mihnea Motoc, han destacado el carácter estrictamente defensivo del sistema antimisiles. Anteriormente, el asistente del secretario de Estado de EE.UU. responsable del Control de Armas, Frank Rose, había destacado que el sistema de Deveselu pretende ofrecer protección contra los misiles balísticos de corto y medio alcance que se podrían lanzar desde Oriente Medio. Presente en Rumanía para la inauguración del escudo, el secretario general de la Alianza del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg ha destacado, por su parte, que:
”Este sistema ubicado en Rumanía, igual que el instalado en Polonia, no está dirigido contra Rusia. El número de interceptores, ubicados en el sur a poca distancia de Rusia, no es suficiente para poder interceptar misiles intercontinetales rusos. En cambio, tienen la capacidad de contrarrestar las potenciales amenazas representadas por ataques de misiles de corto y medio alcance, lanzados desde fuera de la zona euroatlántica.”
Cabe destacar que la prensa internacional siempre ha vinculado las instalaciones ubicadas en Deveselu con la legítima prudencia manifestada por Occidente frente a una Rusia que tras la anexión de la península de Crimea y el apoyo concedido a los rebeldes separatistas en el este de Ucrania, ha mostrado sus tendencias expansionistas y su reanudado apetito territorial. El secretario general:
”La OTAN considera que no hay ninguna contradicción entre una defensa fuerte, una postura firme y predictible de la Alianza y el intento de mantener un diálogo con Rusia, la transparencia y la reducción de los riesgos, ya que la presencia militar consolidada en las fronteras de la OTAN también ha aumentado los riesgos de accidentes y de incidentes.”
Rusia ha tenido una reacción muy previsible y ha criticado la instalación del escudo antimisiles en Europa, afirmando que el sistema representa una amenaza dirigida contra sus intereses de seguridad. A través del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por el corresponsal de Radio Rumanía, Moscú ha advertido que responderá de forma adecuada y aumentará su capacidad militar. Sin embargo, los analistas militares consideran que las relaciones entre los aliados y los rusos no volverán a deteriorarse, ya que cada parte ha hecho lo que tenía que hacer: la OTAN, el escudo, y Rusia, solo declaraciones.
(autor:Bogdan Matei – traducido por S.Sarbescu)