Reunión de los jefes de la diplomacia de la UE
La cooperación en el ámbito de la Defensa podría definir una Europa con varias velocidades, proyecto criticado por los países del este de la Unión.
Roxana Vasile, 07.03.2017, 13:55
Los ministros europeos de Exteriores y de Defensa, reunidos en Bruselas al principio de esta semana, han aprobado la creación de un “cuartel general militar” de la Unión Europea que tenga como atribuciones planificar y gestionar las misiones no combatientes como las de la República del Congo, Mali y Somalia. Los ministros de Exteriores han debatido también sobre la relación de la Unión con Egipto. Además de aspectos relacionados con la economía y el desarrollo político de este país, han abordado los compromisos asumidos por Bruselas y El Cairo con respecto al proceso de paz en Oriente Medio, así como las situaciones de Libia y Siria. En cuanto a Siria, la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, ha anunciado que el próximo mes de abril tendrá lugar en Bruselas una conferencia que se centrará en la reconstrucción posconflicto de este Estado.
El ámbito de la Defensa, esencial en el actual contexto geopolítico sumamente complicado, está en el punto de mira de los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Unión Europea. Últimamente se habla mucho de relanzar el proyecto comunitario en el contexto de la decisión del Reino Unido de salir de la Unión y sobre el telón de fondo de la ascensión de partidos populistas que abogan a favor del desmantelamiento del bloque europeo. En uno de los escenarios planteados para la Unión Europea después del brexit se habla de una Europa con varias velocidades y su aplicación empezaría con una cooperación restringida en el sector de la Defensa.
Europa se puede relanzar mediante este sector, ha declarado este lunes el presidente francés, François Hollande, quien ha reunido en el suntuoso Palacio de Versailles a la canciller alemana Angela Merkel y los jefes del gobierno español, Mariano Rajoy, e italiano, Paolo Gentiloni. Lo imponen, según el líder del Elíseo, la reciente elección de Donald Trump a la cabeza de Estados Unidos, quien ha aumentado sus declaraciones de desconfianza respecto a la Unión Europea y la OTAN, al igual que las ambiciones desmesuradas de Rusia. Si la idea de fomentar la cooperación europea es bienvenida, la manera en que está pensada ha causado descontentos: podrían participar solamente algunos Estados miembros agrupados en un “núcleo duro”, quedando atrás por lo menos de manera provisional especialmente los países de Europa del Este, considerados menos desarrollados. “La unidad no es uniformidad”, ha destacado el presidente François Hollande, quien ha afirmado que algunos países podrían ir más rápido y más lejos. Además de la Defensa, la cooperación se extendería también mediante la profundización de la Unión económica y monetaria, la armonización fiscal y social o mediante proyectos comunes para los jóvenes y la cultura. Para Angela Merkel, los europeos necesitan también tener el valor de aceptar que algunos países están avanzando más rápido que otros, sin cerrarse para aquellos que están atrás.