Recuperar el dinero obtenido ilegalmente
En Rumanía, hasta hace poco tiempo, las condenas en los grandes expedientes de corrupción parecían suficientes para que se hiciera justicia. Ahora, las autoridades se proponen más y desean recuperar completamente los daños causados por los expedientes.
Florentin Căpitănescu, 21.10.2016, 15:45
En los últimos años, la Dirección Nacional Anticorrupción ha logrado recuperar el terreno perdido en el postcomunismo. A través del gran número de expedientes abiertos, muchos de ellos finalizados con sentencias de prisión perpetua, la DNA considera que nadie, indistintamente de su notoriedad, el cargo ocupado, el color político o la influencia está por encima de la ley. Sin embargo, también los últimos años han demostrado que el sistema judicial no dispone de instrumentos suficientemente fuertes para recuperar los daños causados por los expedientes, lo que para todos, desde expertos en el campo hasta simples ciudadanos, representa el verdadero epílogo del acto de justicia. La idea ha sido incluida en el discurso que el primer ministro tecnócrata de Rumanía, Dacian Ciolos, ha pronunciado en la apertura de la sexta Conferencia Paneuropea de las Oficinas Nacionales para la Recuperación de Activos de la Unión Europea, organizada en Bucarest por la Comisión Europea en cooperación con el Ministerio rumano de Justicia. El acto de justicia está incompleto mientras los bienes ilícitos no se recuperen, ha afirmado Ciolos que ha asegurado que la Agencia Nacional para la Administración de los Bienes Incautados será funcional a finales del año.
Declaración del primer ministro sobre las sumas que deben recuperarse:
“Se trata de dinero o bienes por un valor total de más de 500.000 euros que tandrán que ir al presupuesto estatal. Hemos decidido que los fondos, los recursos que debemos recuperar a través de esta agencia, sean destinados a la educación, la sanidad y los proyectos sociales.”
En la misma conferencia, la ministra de Justicia, Raluca Pruna, ha declarado que en este momento el sistema judicial de Rumanía es maduro, estable e independiente y ha recordado que el índice de recuperación no supera el 10% en los expedientes penales, muy por debajo del promedio europeo. Raluca Pruna ha hablado también sobre otras realidades del sistema judicial:
“Para la opinión pública de Rumanía el hecho de que un alto dignatario, ministro o parlamentario sea enviado a juicio o condenado ya no representa una sorpresa. Los expedientes de crimen organizado, de evasión fiscal o de lavado de dinero se finalizan no sólo con condenas sino también con la confiscación de bienes.”
La recuperación de los perjuicios es el próximo objetivo que debe realizar la Justicia porque, según ha apreciado el primer ministro Ciolos, “no podemos tolerar la deshonestidad lucrativa como modo de trabajo y estilo de vida en Rumanía”.