Reacciones internacionales ante la situación en Rumanía
La comunidad internacional ha reaccionado tras las manifestaciones que han tenido lugar en Rumanía. Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Holanda y Estados Unidos han pedido al Gobierno rumano que no dé ningún paso atrás en la lucha contra la corrupción.
Mihai Pelin, 02.02.2017, 15:43
En las grandes ciudades de Rumanía han tenido lugar protestas sin precedentes en el último cuarto de siglo, tras la decisión del Gobierno de izquierda encabezado por Sorin Grindeanu de modificar los Códigos Penales a través de una ordenanza de urgencia. En Bucarest, decenas de miles de personas salieron a la calle para protestar de manera pacífica, pero más tarde la protesta terminó con enfrentamientos. Grupos aislados comenzaron a arrojar piedras, petardos y botellas contra los gendarmes y quemaron un panel publicitario, mientras que los manifestantes intentaban separarse de estos actos violentos. Varias embajadas extranjeras como la de Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Canadá y Estados Unidos han expresado su temor y profunda inquietud tras la adopción de este decreto y han precisado que las acciones del Gobierno podrían afectar gravemente a la cooperación con Rumanía, que se fundamenta en los valores comunes de la UE y la OTAN. En un comunicado enviado por las 6 misiones diplomáticas, se afirma que las modificaciones aprobadas por el Ejecutivo podrían socavar el Estado de derecho y la lucha contra la corrupción, y también el lugar de Rumanía en la comunidad internacional. Según han dicho las embajadas, en ocasiones se pueden modificar los procedimientos y la legislación, pero esto se debe hacer solo en el marco de un amplio y serio proceso de consultas con todas las autoridades implicadas.
Por su parte, la Cámara de Comercio estadounidense en Rumanía ha expresado su profunda decepción y ha destacado que las ordenanzas pueden socavar el Estado de derecho y que violan los principios fundamentales de transparencia, estabilidad y predictibilidad, alejando a Rumanía de los valores y los estándares europeos. Por su parte, el presidente de la CE, Jean-Claude Junker, y el primer vicepresidente Frans Timmermans, han expresado su preocupación ante los recientes cambios en Rumanía. Según han recordado los mandatarios europeos, la eliminación del Mecanismo de Cooperación y Verificación depende del carácter irreversible de los progresos realizados en la lucha contra la corrupción. Las medidas que afectan a estos progresos podrían debilitar o limitar las condenas por delitos de corrupción y también tendrán efectos sobre las futuras evaluaciones, han dicho los mandatarios de la CE.
En la respuesta enviada a Bruselas, el primer ministro Sorin Grindeanu ha asegurado que la lucha contra la corrupción sigue siendo una prioridad del Gobierno rumano. En su opinión, la amnistía se refiere a una decisión sobre la extrema aglomeración de las cárceles, que podría ser la causa de una dura sanción aplicada a Rumanía por parte del Tribunal de Derechos Humanos (CEDO). El primer ministro también ha dicho que la adopción de la ordenanza de urgencia que modifica el Código Penal respeta la Constitución y también las decisiones del Tribunal Constitucional.
(trad S. Sarbescu)