Reacciones ante la intención de modificar el Código Fiscal
El anuncio del ministro de Finanzas sobre algunos cambios importantes en el Código Fiscal realizados a partir de 2019, ha provocado una ola de reacciones.
Roxana Vasile, 20.12.2018, 14:49
El anuncio hecho este martes por el ministro de Finanzas ha tenido el efecto de un terremoto: el alto cargo ha afirmado que en 2019 el Gobierno quiere hacer grandes cambios en el Código Fiscal, y quiere que estos cambios sean aprobados mediante una ordenanza de urgencia antes de finales de 2018. Entre las nuevas normas figura la limitación del precio del gas natural durante tres años, la posibilidad de que los rumanos puedan renunciar al Pilar 2 de pensiones (en administración privada), y la introducción del impuesto de un 3% de la cifra de negocios o el impuesto aplicado a las instituciones financieras y bancarias según el índice Robor (utilizado en la concesión de créditos) que ha variado durante el último año tanto en detrimento de las compañías, como de las personas físicas. El ministro Eugen Teodorovici:
“Ambos colaboradores tienen que ganar, tanto el que financia (el banco), como el que recibe la financiación. Por un lado, la persona jurídica, es decir las empresas de Rumanía, que desgraciadamente pagan mucho más que las compañías de otros Estados, invocándose el riesgo país. Por otro lado, la persona física.”
El anuncio de Eugen Teodorovici ha provocado muchas reacciones. Algunos apoyan las modificaciones anunciadas. En el ámbito político, el partidario es el colaborador del PSD en el Gobierno, la ALDE, mediante su presidente, Călin Popescu-Tăriceanu, quien ha destacado que los bancos presentes en Rumanía deben invertir el dinero que reciben de la población en la economía del país en el que están, lo que no hacen. En cambio, según ha añadido Călin Popescu-Tăriceanu, las instituciones financieras y bancarias prefieren invertir los depósitos que tienen en los títulos de deuda pública, que también son financiados del presupuesto público, es decir, de las tasas de cada contribuyente.
Entre los opositores están el jefe de Estado, Klaus Iohannis, los partidos parlamentarios de derecha y el ámbito empresarial, quienes opinan que las nuevas tasas anunciadas por el Gobierno provocarán el caos en la economía.
Mientras que la Autoridad Nacional de Reglamentación en el sector Energético ANRE ha afirmado que las medidas del proyecto de ordenanza de urgencia no conllevarán el crecimiento de los precios de la energía eléctrica y el gas para los consumidores caseros en el siguiente periodo, Klaus Iohannis ha afirmado otra cosa:
“Se prevé que se aplicarán los superimpuestos a las compañías de energía. El único resultado que podemos adivinar ahora es que todos pagaremos más la electricidad y el gas. Algunos altos cargos del sector de las telecomunicaciones me han asegurado que ellos también serán afectados por esta cuestión, y seguramente pagaremos más los servicios de telefonía, de internet. Y es solo el inicio, porque todas las compañías usan también energía eléctrica, carburantes y telecomunicaciones, es decir que esperamos que suban todos los precios.”
Desde los bancos y las grandes compañías de energía y comunicaciones, las asociaciones de los inversores rumanos y extranjeros, a los analistas económicos, todos advierten que las futuras tasas afectarán a las empresas, y finalmente serán soportadas por los ciudadanos. Y la primera señal se ha visto en la Bolsa de Valores de Bucarest, donde este miércoles el principal índice ha registrado la mayor caída desde la crisis económica de 2008.