Reacciones a la situación política en Chisináu
El intento de la mayoría partidaria de Rusia de Chisináu de cambiar la composición del Tribunal Constitucional ha sido criticado duramente por los colaboradores occidentales de la República de Moldavia.
Ştefan Stoica, 26.04.2021, 12:42
El duro enfrentamiento político entre la presidenta reformista, proeuropea, de la República de Moldavia, Maia Sandu, y la mayoría partidaria de Rusia en el Parlamento de Chisináu aumenta y entra en un ámbito constitucional, donde no pertenece. Los socialistas y sus aliados del partido Şor han votado este viernes una declaración sobre la usurpación del poder en el Estado por parte del Tribunal Constitucional y la concesión de un voto de no confianza para tres jueces del Tribunal. La mayoría hostil a Maia Sandu considera como “dictatorial” y “no democrática” la reciente decisión del Tribunal Constitucional que ha opinado que existen todas las circunstancias necesarias para la disolución del Parlamento. Además, esta institución ha anulado una decisión del Legislativo a través de la cual la actual presidenta del Tribunal, Domnica Manole, fue votada como juez en este foro supremo.
El recurso de los partidarios de Rusia tiene lugar después de que Maia Sandu hubiera recibido el visto bueno del Tribunal para firmar el decreto de disolución del Parlamento tras los intentos fracasados de formar un nuevo Gobierno. La apuesta política de la alianza centrada alrededor del expresidente Igor Dodon es evidente, es decir la de impedir el desarrollo de las elecciones anticipadas deseadas por Sandu. Sin embargo, a través de la votación que ha tenido lugar este viernes, esta alianza ha superado la línea roja del cumplimiento de la Constitución. Lo dicen la Unión Europea y los Estados Unidos conjuntamente.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borell, ha recordado que la República de Moldavia, dentro del acuerdo de asociación con la UE, se ha comprometido a respetar la independencia del Tribunal Constitucional. El alto cargo considera que la votación que ha tenido lugar el viernes es un ataque flagrante contra el orden constitucional y un intento de socavar el Estado de derecho. A su vez, el embajador de los Estados Unidos, Dereck Hogan, considera que el voto de la mayoría parlamentaria muestra falta de respeto por la separación de poderes. La respuesta de las autoridades rumanas ha sido igual de firme, siendo nuestro país un partidario entusiasta del pequeño Estado vecino, donde la mayoría de la población habla el rumano.
La declaración aprobada este viernes en el Parlamento de Chisináu, según la cual el Tribunal Constitucional de la República de Moldavia ha “usurpado” el poder en el Estado, “muestra desprecio” por la independencia del Tribunal, ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores, Bogdan Aurescu. Éste ha afirmado que esta iniciativa muestra la importancia de evitar todas las decisiones y las iniciativas que puedan poner en tela de juicio el Estado de derecho. Hemos notado incluso una toma de posición de la Comisión de Venecia en este sentido, que es extremadamente clara a la hora de destacar que cualquier tipo de atentado contra el Tribunal Constitucional, cualquier tipo de rechazo de las decisiones de un Tribunal Constitucional, incluso en este caso, representa una violación del Estado de derecho, ha destacado el ministro rumano. El pequeño país sin salida al mar, vecino de Ucrania y de Rumanía, aspira a ingresar en la Unión Europea, pero la preocupación por la corrupción y la democracia han afectado a las relaciones con el bloque comunitario, según han destacado los periodistas de la agencia Reuters. Esto es lo que quiere reparar Maia Sandu, pero no lo puede hacer sin tener un Gobierno y una mayoría como colaboradores.
Versión española: Monica Tarău