Protestas sindicales
Los sindicalistas de la industria armamentística y metalúrgica han salido a la calle para dar a conocer sus reivindicaciones.
Leyla Cheamil, 16.02.2022, 12:08
Los bajos salarios han sacado a la calle a los empleados de la Planta Mecánica y la Fábrica de Armas de Cugir (centro-oeste) a finales de la semana pasada. La protesta continuó esta semana, cuando más de 700 empleados marcharon por las calles de la ciudad entre las dos empresas. Reclaman mejores condiciones de trabajo y salarios más altos, que dicen no son suficientes para pagar sus facturas de electricidad y calefacción. Los trabajadores dijeron que no han tenido un aumento de sueldo desde hace dos años. Mucho trabajo y poco dineroˮ, dijo una empleada, que afirmó que después de 40 años de trabajo recibió 1.600 lei (unos 320 euros), en febrero.
No cederemos y Unidad son los principales lemas de los manifestantes, que aseguran que no abandonarán sus protestas hasta que se cumpla su principal reivindicación, una subida salarial del 30%. En una reunión celebrada el lunes, el Consejo de Administración de la Planta Mecánica de Cugir les ofreció un aumento de tan sólo el 6,50%. El representante del sindicato, Virgil Matei, dijo que las conversaciones mantenidas hasta ahora con los representantes de la dirección y la oferta de aumento salarial que han recibido no satisfacen las necesidades de los trabajadores. La planta mecánica de Cugir fabrica armas de diversos calibres, pistolas automáticas y semiautomáticas de calibre 9 mm y accesorios. La planta de Cugir se fundó en 1799, durante el Imperio de los Habsburgo, como Fábrica de Hierro y Acero. En 2004, la empresa se dividió en la Planta Mecánica Cugir y la Fábrica de Armas. Esta última fabrica armas semiautomáticas para el mercado civil, especialmente el estadounidense, para la caza y tiro deportivo. El segmento militar produce los AKM, que están sujetos a contratos externos.
Los sindicatos de la industria del metal también han iniciado protestas. Los empleados de ALRO Slatina (sur) y ALUM Tulcea (sureste), dos empresas con capital mayoritario ruso, protestaron ante la sede del Gobierno. Los trabajadores exigen la congelación, por un año, de los precios del gas y la energía, al nivel de diciembre de 2020 y ayuda financiera para las empresas que han recibido ayudas estatales en el pasado. Fuentes sindicales afirman que la reducción de la actividad en ALRO Slatina ya ha tenido efectos negativos, provocando el desempleo de más de 12.000 personas en otras industrias. El líder del sindicato Aluministulˮ, Constantin Popescu, dijo que ALRO Slatina ha cerrado dos plantas de electrólisis y la tercera está en proceso de cierre, por lo que casi 500 personas se han ido al paro. En total, 40.000 puestos de trabajo en diversas industrias horizontales están en peligro por la reducción de la actividad en ALRO Slatina, dijo el líder sindical. Advirtió que existe el riesgo de que también se cierren las dos últimas plantas activas. Según Constantin Popescu, el Gobierno debería facilitar la compra de energía por parte de ALRO a precios justos.
Versión en español: Valeriu Radulian