Protestas en Rumanía
Aunque el Gobierno rumano derogó la ordenanza de urgencia sobre la modificación de los Códigos Penales, la situación se mantiene tensa en Rumanía.
Roxana Vasile, 06.02.2017, 15:17
¡Los rumanos están divididos! Lo han demostrado los que han continuado las protestas contra la ordenanza de urgencia para la modificación de la legislación penal adoptada por el Gobierno de coalición encabezado por los socialdemócratas, el pasado 31 de enero. Bajo presión de la calle, el Ejecutivo derogó el decreto este fin de semana, pero las protestas han continuado, llegando el domingo al sexto día consecutivo. Cientos de miles de personas participaron en las manifestaciones organizadas en todo el país. La mayor manifestación tuvo lugar en la Plaza de la Victoria, en Bucarest. Por la noche, la plaza se convirtió en el epicentro de las protestas, donde los manifestantes llevaron banderas y pancartas e hicieron sonar vuvuzelas y pitos delante de la sede del Gobierno. Una vez derogada la ordenanza, ahora piden la dimisión del actual gabinete encabezado por Sorin Grindeanu por la manera en la que actuó el Gobierno, por la noche y sin la aprobación del Consejo Superior de la Magistratura.
”¿Quién puede confiar en esta gente ? ¡ Nosotros no! Han perdido su legitimidad! // Acaban de ganar las elecciones, pero se han burlado de nosotros y de nuestro voto. Por esto hemos salido a la calle.”
En Rumanía, el mayor número de manifestantes se ha registrado en Cluj-Napoca y Sibiu (centro), Timişoara (oeste) e Iaşi (nordeste). También han tenido lugar manifestaciones de protesta en varias ciudades europeas, como Sofía, Bruselas, París, Londres, Amsterdam, Barcelona, Roma o Madrid. En Budapest, el corresponsal de Radio Rumanía ha hablado con los manifestantes, la mayoría de ellos jóvenes:
“Mi lema es mientras no lo vea, no lo creo y, aunque la han publicado en el Boletín Oficial, esto no significa que no van a dar otros pasos para salirse con la suya . // Para mí no es suficiente que se retire la ordenanza, y como todos entendemos el proceso, queremos cambiar este Gobierno.”
En el polo opuesto se encuentran los partidarios del Ejecutivo, que quieren que se respete el voto del pasado 11 de diciembre y que el nuevo Gobierno pueda trabajar para aplicar el programa presentado durante la campaña electoral. También han criticado al presidente de derecha Klaus Iohannis, que se ha visto obligado a cohabitar tras el voto popular, reprochándole la mala gestión de su papel de negociador entre las instituciones del Estado. Por primera vez, miles de personas se reunieron este domingo delante de la sede de la presidencia en el Palacio Cotroceni para apoyar al Gobierno de Grindeanu y para pedir la dimisión del presidente Klaus Iohannis.
“Quiero que se respete mi voto, que respeten a todos los rumanos, que el presidente sea para todos los rumanos, que ame a su país como yo lo amo con todo mi corazón. // Queremos defender el voto democrático del pasado 11 de diciembre. Los que están delante del Palacio Victoria que se vayan, porque la ordenanza se ha retirado y si ellos no se van a casa, nostros tampoco nos vamos de aquí. // Estoy aquí porque quiero expresar mi desacuerdo con Iohannis, que cobra su sueldo para servir al interés nacional y no algún interés privado, personal o de partido o Dios sabe que otros intereses ocultos.”
El primer ministro Sorin Grindeanu ha anunciado que no renunciará al cargo bajo presión de la calle:
“Este es el juego democrático y creo que debemos volver lo más rápido posible a estos principios. El Gobierno deberá dimitir solo si se presenta una moción de censura, ya que la variante de mi dimisión no es posible.”
El primer ministro ha solicitado al Ministerio de Justicia que inicie un debate público entre los partidos políticos y la sociedad civil sobre el polémico decreto, ahora derogado. El Gobierno lo considera absolutamente necesario para modificar los Códigos Penal y de Procedimiento Penal en conformidad con las decisiones del Tribunal Constitucional y las directivas europeas. Después de ser debatido, el documento será enviado al Parlamento. Hasta entonces, el Legislativo ha de analizar y votar la moción de censura titulada «El Gobierno de Grindeanu: el Gobierno del desprecio nacional. ¡No legalicen el robo en Rumanía!». La moción ha sido presentada por los partidos de la oposición, el PNL y la USR.
(traducido Simona Sarbescu)