Problemas de los mineros del Valle del Jiu
Nuevas tensiones sociales en el Valle del Jiu (en el sudeste del país), la mayor cuenca carbonífera de Rumanía.
Bogdan Matei, 05.01.2017, 14:28
Los empleados de la mina Lupeni se niegan a entrar en el subterráneo. Según el corresponsal de Radio Rumanía en esa zona, las razones de las protestas están relacionadas con la crisis sin precedente en la que está el Complejo Energético Hunedoara, del que forma parte la mina. Sus problemas han conllevdo el cese del suministro con materiales de estricta necesidad en el subterráneo. Los mineros temen perder su trabajo y han pedido un programa concreto, sea para continuar la actividad, sea para cerrar las minas.
“Nos han seguido mintiendo, con la insolvencia, con los premios, y ya no se puede. Es decir que nos han humillado mucho. -: Si ya no se puede hacer, vamos a casa. No somos los primeros, ni somos los últimos que se han quedado sin trabajo. ¡Vamos a decidir lo que hay que hacer, para que lo sepamos!
Los manifestantes han pedido la dimisión de la actual administración, a la que han acusado de incompetencia. Han mostrado su descontento sobre todo con la prestación de uno de ellos, el director adjunto Petru Nica, ex líder sindical hasta el pasado otoño, por haber intentado intimidarles y amenazar con perder su trabajo si no reanudaban la actividad. Las acciones sindicales han tenido lugar poco después de que la Comisión Europea autorizara el apoyo de casi 100 millones de euros asignado por el Estado rumano para cerrar la mina Lupeni y otra mina de carbón no viables del Valle, Lonea. Más de la mitad del dinero se usará para los empleados, es decir para las indemnizaciones por despido y los programas de reconversión profesional, las obras necesarias en el subterráneo, la rehabilitación de la zona y para volver a cultivar la tierra. Es sólo un episodio de la larga agonía de la minería rumana. Privilegiada por razones tanto pragmáticas como ideológicas durante la dictadura comunista, la minería aseguraba la vitalidad de una economía gran consumidora de energía. Contaminada y ahora poco rentable, la minería ha reducido su peso de manera progresiva a partir de la mitad de los años 90, cuando se cerraron las primeras minas.