Nuevas normas sobre los enfermos con COVID-19
Por orden del ministro de Sanidad, en Rumanía han sido modificadas algunas medidas sobre el tratamiento de personas infectadas por SARS-CoV-2.
Roxana Vasile, 29.10.2020, 14:02
Al no recibir fondos suficientes durante años, el sistema sanitario rumano es uno de los menos avanzados de Europa, y los problemas se ven claramente justo en las situaciones de crisis, como la que nuestro país atraviesa desde finales del mes de febrero. Uno de estos problemas es la proporción inversa entre el incremento diario del número de personas infectadas por el nuevo coronavirus y el de las camas libres en los hospitales. Los que hasta hace poco eran partidarios de la hospitalización incluso de los asintomáticos y de los enfermos con formas leves, actualmente responsables en el ámbito sanitario, están cambiando las normas y quieren que, en el caso de estas dos categorías, el tratamiento se realice en casa. El objetivo es el de descongestionar los hospitales para los enfermos que están en situaciones de riesgo.
Por orden del ministro de Sanidad, desde ahora, las personas que dan positivo están obligadas a notificarlo al médico de cabecera, que tiene que supervisarlas y enviar los datos a las Direcciones de Salud Pública. Los asintomáticos o las personas con formas leves que no necesiten hospitalización se pueden aislar en casa o en una dirección declarada. Los pacientes asintomáticos con factores de riesgo, por recomendación del médico de cabecera o a petición suya y con su consentimiento, serán trasladados en ambulancia a los hospitales destinados para los enfermos con COVID-19, donde serán examinados clínicamente. Después serán hospitalizados, también con su consentimiento, en los hospitales de fase I o II que tienen unidades de cuidados intensivos o en los hospitales de apoyo, si los hospitales de fase I o II no tienen unidades de anestesia y cuidados intensivos.
Pero en la situación indeseable de que un enfermo necesite atención en las unidades de cuidados intensivos, existe el riesgo de que no haya suficientes sitios libres. Y si se complementan las camas, es posible que no haya suficiente personal médico que atienda a estas personas. Por ello, el Gobierno ha aprobado un proyecto de ordenanza de urgencia que permite contratar sin examen en el Hospital Gerota de Bucarest, que forma parte de la estructura del Ministerio del Interior, a 200 médicos que han terminado la residencia en varios ámbitos: anestesia y cuidados intensivos, urgencias, neumología, enfermedades infecciosas, epidemiología y radiología. Durante seis meses, los 200 médicos podrán ser enviados por orden del jefe del Departamento para Situaciones de Emergencia a las unidades sanitarias que les necesiten, y contribuirán a la atención médica ofrecida a los pacientes que dan positivo. Cuando termine el período para el cual han sido contratados, los médicos podrán ser contratados por un período indeterminado, según los puestos vacantes, en las unidades sanitarias del sistema público, para poder seguir ejerciendo su profesión de médico en cualquier lugar del país.
Versión española: Monica Tarău