Noticias sobre el conflicto de Transnistria
El Ministerio rumano de Exteriores sostiene que la puesta en marcha de la ley de la supuesta frontera de estado de Transnistria es una acción provocadora que la comunidad internacional debe condenar.
Valentin Țigău, 21.06.2013, 18:57
Tras una larga serie de debates, el Parlamento de Chişinău no consiguió el pasado jueves adoptar una declaración sobre la situación de la región de Transnistria. Últimamente, la situación ha empeorado, sobre todo después de que, el pasado 10 de junio, el líder de Tiráspol, Yevgeny Shevchuk, firmara una ley sobre la “frontera de Estado” de la región separatista, que incluye también el pueblo de Varniţa, a la derecha del Dniéster, donde viven más de un 80% de personas que hablan rumano y que se encuentra bajo la administración de las autoridades legales de la República de Moldavia.
El Gobierno de Chişinău ha criticado esta decisión y los expertos han llamado la atención sobre el hecho de que las decisiones que se tomen ahora puedan causar un conflicto armado. Transnistria llama “República Moldava de Transnistria” a la región separatista que forma parte de la República de Moldavia. Considerada a nivel internacional como una región autónoma, declaró unilateralmente su independencia en 1990, reclamando el peligro de que la República de Moldavia se podría anexionar a Rumanía. Por lo tanto, en 1992 se inició una guerra en la que también estuvo implicado el ejército ruso. La región tiene una población mayoritariamente eslava, ucranianos y rusos en su mayoría, pero la población que habla rumano representa la etnia más numerosa, un 40% de la población. Las autoridades separatistas controlan la parte del territorio de la República de Moldavia al este del Dniéster, pero también seis aldeas y el municipio de Tighina, al oeste del Dniéster. El Gobierno de Chişinău ha criticado el hecho de que se haya votado la ley de la frontera y los analistas políticos han llamado la atención sobre el peligro de una nueva guerra.
El Ministro moldavo de Defensa, Vitalie Marinuţa, declaraba que el Ejército estaba preparado para enfrentarse a cualquier posible ataque de las fuerzas controladas por el régimen separatista. A su vez, el jefe del Estado, Nicolae Timofti, acepta la idea de que estos desafíos tienen que ver con el acercamiento de la República de Moldavia a la Unión Europea y ha sugerido que la Federación Rusa podría estar interesada en desestabilizar la situación en la región de Transnistria. El ministro adjunto de Exteriores, Grigori Karasin, precisaba recientemente en una entrevista que su país no puede retirar su munición militar de la región de Transnistria porque Chişinău impide la reglamentación política del conflicto.
La ley adoptada por el Gobierno de Tiráspol debería ponerse en marcha la próxima semana, pero ha sido ya criticada por la OSCE, EE. por los UU. y también por Rumanía. El Ministerio de Exteriores de Bucarest opina que se trata de una acción provocadora que la comunidad internacional debe condenar y ha enviado un mensaje claro a la presidencia irlandesa de la UE.