Nivel alarmante de la violencia familiar
El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Según la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, tres de cada diez rumanas son víctimas de agresiones físicas, verbales o psíquicas tras cumplir los 15 años.
Leyla Cheamil, 25.11.2016, 15:08
La violencia doméstica es inaceptable e injustificable y representa una grave violación de los derechos humanos. Justamente por ello, la violencia contra las niñas y las mujeres se considera uno de los problemas actuales más imperiosos, con incomensurables efectos dañinos, y la comunidad internacional y la sociedad civil consideran que no hay circunstancias atenuantes para esta forma de agresión. Cada 25 de noviembre, la violencia contra las mujeres centra la atención pública para concienciar de su gravedad. Las estadísticas han mostrado la dolorosa realidad: un 35% de las mujeres y las niñas han sufrido una forma de violencia física a nivel global por parte de su pareja o de otra persona, y en algunos países, siete de cada diez mujeres han vivido una forma de abuso durante su vida. En Rumanía, tres de cada diez mujeres son víctimas de agresiones físicas, verbales o psíquicas tras cumplir los 15 años, según ha mostrado un estudio de la Agencia Europea de Derechos Humanos, que ha tomado en cuenta los datos recogidos en 2014. Las estadísticas han mostrado también que sólo durante la primera mitad del año, la Policía ha recibido aproximadamente 9.000 avisos sobre actos de violencia familiar, y el consumo de alcohol es una causa que favorece este fenómeno. En 14 distritos del país no existen servicios de apoyo, sobre todo centros de acogida a los que las mujeres víctimas de la violencia doméstica puedan acudir, según han afirmado los representantes de las organizaciones no gubernamentales presentes en un debate organizado por la Cruz Roja. Además, sobre todo en las comunidades pequeñas, las mujeres no saben lo que tienen que hacer si son víctimas de las agresiones. La directora de una fundación especializada en este ámbito, Cristina Horia, ha afirmado que en un caso de este tipo, se puede obtener una orden de protección contra el agresor en un plazo de 72 horas. Al mismo tiempo, ha advertido que aunque el documento sea fácil de obtener, existen carencias legislativas cuando el agresor viola la orden de protección:
“Sería necesario endurecer las sanciones para el agresor. Hay situaciones en las que las mujeres son asesinadas incluso teniendo la orden de protección. La Inspectoría General de la Policía Rumana ha ofrecido su apoyo. Nos falta un paso en el Ministerio de Justicia. Y en el Código Penal se menciona que existen algunas sanciones, pero desgraciadamente, sólo un 2% de las denuncias penales llegan a los tribunales. Y los agresores no son sancionados.
Cristina Horia también ha llamado la atención sobre otro problema: lo que pasa tras la salida de las mujeres de los centros de acogida. Cuanto mayor sea su estancia en el albergue, mejor es su recuperación, opina Cristina Horia, quien recuerda que, según las estadísticas, un 85% de las mujeres que se han quedado como mínimo seis meses, fueron independientes cuando salieron del centro de acogida. En este sentido, no existen servicios a largo y muy largo plazo, ha concluido la señora Horia.