Militares rumanos en Afganistán
Dos militares rumanos de Afganistán han perdido la vida durante una misión de patrulla. En 2013, 23 soldados rumanos han fallecido en ese país.
Mihai Pelin, 23.09.2013, 18:27
Dos militares rumanos del este de Afganistán fallecieron el pasado domingo tras la explosión de un dispositivo improvisado. Habían sido transportados al hospital en helicóptero, pero perdieron la vida a causa de las graves heridas que sufrieron. Los dos suboficiales, uno de 28 años de edad y el otro de 34, eran miembros de un grupo naval de fuerzas para operaciones especiales y estaban en una misión de combate. En Afganistán, la gran mayoría de los militares rumanos se encuentran en la provincia de Zabul, considerada como un santuario de los insurgentes islamistas y, tal vez, la provincia más peligrosa del país. El hecho de que Rumanía haya asumido la misión de intentar garantizar la seguridad en una región de este tipo se refleja también en el número de víctimas. Durante 11 años de operaciones en Afganistán, Rumanía ha registrado 23 muertos y más de 100 heridos.
La muerte de los dos militares vuelve a iniciar el debate sobre los problemas de aquellos que desarrollan misiones en ese país. Los soldados rumanos afirman que su presencia es necesaria en Afganistán y la mayoría de ellos se desplazan allí por dinero y arriesgan la vida por casi 100 euros al día, pero consideran que los beneficios de aquellos que participan en operaciones en Afganistán deberían ser mucho mayores, teniendo en cuenta su preparación y los riesgos que corren. Un paso equivocado o un pequeño detalle les pueden costar la vida, y los escorpiones o las serpientes venenosas parecen un juego de niños. Hay que estar siempre muy atento, siempre en alerta. Una moto o un coche podrían ocultar una bomba. Una persona más agitada puede representar un peligro, el fin de tu vida y de la de tus compañeros, según afirman los soldados rumanos que han regresado. “Nuestros soldados improvisan, tienen instinto. La técnica mata los instintos”, opina un ex jefe de misión de Afganistán.
Los militares que vuelven a Rumanía afirman que todavía los afecta la permanente tensión que han sentido todos los días durante unos meses. Los soldados rumanos tienen que ganar una segunda lucha a su vuelta a casa, cuando tienen que pasar por una seria recuperación psíquica tras la experiencia en Afganistán. Después de la misión, los psicólogos tienen que ver si los soldados están afectados. Pueden ocurrir ataques de pánico o estrés postraumático.
Actualmente, Rumanía tiene casi 1.000 militares en Afganistán. Junto a las demás tropas extranjeras, se retirarán antes de finales de 2014, cuando las autoridades de ese país asuman el poder. Apreciada tanto por la OTAN como por las autoridades de Kabul, la presencia militar rumana en Afganistán continuará tras 2014 a través de una importante contribución a la reconstrucción de ese país. Así, unos 200 militares rumanos se quedarán para instruir a las tropas del ejército afgano.