Medidas para la transición verde
La presidenta de la Comisión Europea quiere que Europa sea líder en la industria de las tecnologías limpias
Roxana Vasile, 16.03.2023, 13:43
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha pedido a las instituciones comunitarias que adopten de manera urgente dos medidas para que Europa siga siendo líder en la industria de las tecnologías limpias. Estas están estrechamente relacionadas con el Pacto Verde Europeo, a través del cual los Estados miembros pretenden alcanzar, a más tardar en 2050, la denominada neutralidad climática, por la cual no aumentarán más las cantidades de gases de efecto invernadero emitidas en el territorio europeo.
A través de la primera medida planteada, la titular de la Comisión quiere que, para 2030, el 40 % de las tecnologías limpias se produzcan en la Unión Europea. A través de la segunda, se pretende facilitar el acceso de las empresas europeas a los materiales necesarios para la transición verde, lo que implica la diversificación de la cadena de suministro, dado que la Unión actualmente depende de China. Según Úrsula von der Layen, los minerales que fabrican los teléfonos, los vehículos eléctricos, las baterías, los chips, las turbinas eólicas, los paneles solares, es decir, toda la nueva tecnología, provienen en su gran mayoría de China. Sin embargo, Canadá, por ejemplo, podría convertirse en un socio en este sentido de la Unión Europea.
Luego está el deseo de extraer la mayor cantidad posible de materiales raros de la Unión Europea, aumentar su capacidad de procesamiento y el reciclaje. Las estadísticas muestran que las inversiones globales en tecnologías limpias superaron el billón de dólares el año pasado, un 30% más que en 2021, y para 2030 estas inversiones se triplicarán, de ahí la necesidad de que la Unión Europea atraiga a la mayor cantidad.
Mientras tanto, se están dando pasos en Rumanía en la transición hacia una sociedad verde. Así, según una ordenanza de urgencia adoptada por el Gobierno, los promotores inmobiliarios estarán obligados, por ejemplo, a instalar estaciones de carga de coches eléctricos en los nuevos bloques de viviendas. Igual obligación tendrán los propietarios de edificios antiguos, si hacen reformas importantes. Es una de las condiciones exigidas por la Comisión Europea para que Rumanía reciba la segunda solicitud de pago del PNRR, por valor de 3.200 millones de euros.
El Ejecutivo de Bucarest también adoptó un acto normativo que establece un esquema de ayuda financiera para las pymes y grandes empresas para construir instalaciones de reciclaje de residuos. Según el primer ministro Nicolae Ciucă, la ayuda asciende a unos 26 millones de euros. Por último, pero no menos importante, el Gobierno decidió interrumpir el funcionamiento a partir del mes de junio de este año de los grupos a base de carbón en el sur del país, de las centrales de Turceni y Rovinari, y preservarlos durante 3 años. Si es necesario, estos grupos se reutilizarán. Turceni opera la central térmica más grande de Rumanía que, junto con las de Rovinari y Craiova, cubre alrededor de un tercio de la producción de electricidad de Rumanía.