Medidas fiscales y financieras
A partir del 1 de octubre, en Rumanía entran en vigor nuevas medidas fiscales y financieras.
Roxana Vasile, 01.10.2014, 15:45
La disminución de las contribuciones pagadas por los empleadores al fondo de seguros sociales, la cancelación de la obligatoriedad de ciertas categorías sociales de devolver el dinero extra recibido debido al cálculo erróneo de algunos de sus ingresos, y la rectificación presupuestaria – éstas son algunas de las medidas fiscales y financieras, que entran en vigor a partir del 1 de octubre en Rumanía. La disminución en un 5% de la tasa pagada por los empleadores para los seguros sociales de sus empleados es una medida que algunos gerentes han esperado unos cinco años.
Considerada beneficiosa para las empresas, dicha medida engendra también inquietud. Algunos inversores temen que el año que viene, la reducción de la contribución a los seguros sociales podría conllevar aumentos de las tasas y de los impuestos, así como la introducción de nuevos impuestos. Además, según el secretario general de la Asociación de los Hombres de Negocios, Cristian Parvan, no existe garantia alguna de que esta medida contribuya a la creación de nuevos puestos de trabajo:
«Esta medida conllevará diversos efectos en distintas empresas, ya que este año han tenido que soportar muchos aumentos de precios, debido al crecimiento de precio de la energía, del gas y de los combustibles. ¡Ojala que se mantengan los puestos de trabajo existentes en las empresas que tropiezan ya con dificultades!»
A las objeciones de índole económica se añaden las de carácter político. El actual gobierno de coalición, dominado por el PSD, está acusado de haber tomado medidas que tienen un carácter electoral evidente, solo un mes y medio antes de los comicios presidenciales. El primer ministro, Victor Ponta, candidato y, según indican los sondeos, potencial ganador, es criticado por respaldar las decisiones del ejecutivo que encabeza. El 1 de octubre entra en vigor también la medida a través de la cual unos 30.000 jubilados rumanos ya no deberán devolver los 65 millones de lei que habían recibido por el cálculo erróneo de sus pensiones. También quedarán exentas del pago más de 12.000 madres que obtuvieron ingresos suplementarios durante la baja por maternidad. Las autoridades de Bucarest sostienen que el presupuesto no estará afectado por estas medidas sino todo lo contrario. El primer ministro Victor Ponta se muestra satisfecho:
«Por vez primera después de muchísimos años, en los nueve primeros meses del año tuvimos ingresos presupestarios que superan las previsiones en base a las cuales se había elaborado el prespuesto estatal. Los rumanos trabajaron, las empresas honradas pagaron sus impuestos y por lo tanto la evasión fiscal ha disminuido, de modo que tuvimos incluso recursos suplementarios.»
Por esta rectificación presupuestaria, criticada por la oposición de centro – derecha, recibieron fondos suplementarios el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Desarrollo y las autoridades locales.