Medidas contra el extremismo húngaro
Las elecciones legislativas internas y las elecciones al Parlamento Europeo se acercan, y las formaciones xenófobas húngaras cazan votos incluso en Rumanía. Las autoridades de Bucarest se han visto obligadas a adoptar medidas administrativas contra el ext
Bogdan Matei, 18.03.2014, 14:41
El Ministerio del Interior de Bucarest ha anunciado este lunes que cuatro ciudadanos húngaros, sospechosos de desarrollar actividades nacionalistas extremistas, tienen prohibido entrar en Rumanía durante un año. Aunque sean ciudadanos de un país vecino, miembro de la Unión Europea y de la OTAN, esta medida era previsible. Hace una semana, una marcha no autorizada organizada en Târgu Mureş por una organización radical húngara de Hungría y Rumanía, degeneró en actos de vandalismo y consignas contra Rumanía.
Aunque tenga buenas relaciones con el electorado húngaro que representa casi un 6% del porcentaje total y que lo ha apoyado varias veces, el presidente Traian Băsescu ha solicitado al Gobierno que tome medidas contra las manifestaciones de este tipo. El Consejo Supremo de Defensa de Rumanía ha analizado la situación, y el Ministerio del Interior ha tomado una medida. Los representantes del Ministerio han anunciado que hay indicios de que estas personas forman parte de algunas estructuras implicadas en actividades que pueden afectar a la seguridad nacional de Rumanía.
A partir del año pasado, la Dirección de Investigación del Crimen Organizado y Terrorismo analiza un caso penal en el que están implicadas varias personas que forman parte del partido húngaro de extrema derecha Jobbik, por acciones que han afectado al orden constitucional a través de declaraciones revisionistas y separatistas. Al ser la tercera formación política de mayor importancia en Hungría, tras los conservadores y los socialistas, el partido Jobbik podría recibir, según los sondeos, casi un 15% de los votos en las elecciones legislativas que tendrán lugar el próximo mes.
Considerado uno de los movimientos xenófobos más peligrosos de nuestro continente, este partido tiene también su propia organización paramilitar, creada en 2007 por Gabor Vona. Según nuestro coresponsal en Budapest, la Guardia Húngara se ha registrado como asociación cultural. Pero las marchas de los miembros de la Guardia vestidos con trajes negros organizados en zonas donde viven gitanos provocaron la indignación de la sociedad civil. Siguiendo la solicitud de la Fiscalía húngara, esta formación paramilitar dejó de existir en julio de 2009.
Sin embargo, poco después, fue creada la Nueva Guardia Húngara, que tiene trajes parecidos al antiguo grupo. Las medidas de las autoridades rumanas tienen por objetivo prevenir este tipo de manifestaciones que se asemejan al fascismo interbélico, en un país más tranquilo, en el que los partidos xenófobos llevan mucho tiempo fuera del Parlamento y la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía forma parte del poder político desde 1996.