Más recursos para el sistema sanitario
El primer ministro rumano Florin Cîţu ha pedido que aumente el número de camas en las unidades de cuidados intensivos y que se encuentren nuevos hospitales en los que se podrían tratar personas infectadas por COVID-19.
Roxana Vasile, 15.03.2021, 13:16
Junto con la prórroga del estado de alerta y con el inicio de la tercera etapa de la vacunación a nivel nacional, que las autoridades quieren que sea intensa, Rumanía se prepara para la posibilidad de tener una nueva ola de infecciones por el nuevo coronavirus. Aunque la semana pasada aumentara el número de casos registrado cada 24 horas, de momento no se puede hablar de una evolución acelerada. Sin embargo, este domingo, el primer ministro Florin Cîţu ha pedido preventivamente en la reunión del Centro Nacional de Dirección y Coordinación de Intervención contra la pandemia, que el número de camas en las unidades de cuidados intensivos aumente de 1.408, que hay actualmente, a 1.600, y que se encuentren nuevos hospitales en los que se podrían tratar casos de COVID-19. Asimismo, el jefe del Gobierno ha pedido que sean aseguradas las existencias de medicamentos necesarias en todos los hospitales que tratan a enfermos de COVID, al igual que los equipos de protección para el personal sanitario. Se desea también que haya un plan claro si es necesario enviar personal sanitario a otras localidades. En una publicación en Facebook, Florin Cîțu ha destacado lo siguiente: “no hay que olvidar que la evolución de la pandemia depende de cada uno de nosotros, no sólo de las autoridades. Nos vacunamos, respetamos las medidas de protección y así salvamos vidas”. El primer ministro rumano ha pedido que a partir de este lunes, la Inspección Sanitaria Pública verifique cada día el número de camas ocupadas en las unidades de cuidados intensivos que tratan a pacientes con COVID en todo el país. Tras los controles, el jefe del Ejecutivo tendría que recibir cada mañana un informe que debería coincidir con los informes realizados por los directores de cada hospital. Actualmente, a nivel nacional hay sólo 30 camas libres en las unidades de cuidados intensivos, y ninguno en la capital.
Afectado durante muchos años, el sistema sanitario rumano es uno de los menos eficientes de Europa. La pandemia de COVID-19 sólo ha destacado aún más los problemas: la baja financiación crónica, sitios insuficientes para los pacientes, condiciones muchas veces impropias para desarrollar el acto médico o personal insuficiente. A principios de este año, las numerosas protestas de los sindicalistas de este sector han tenido por objetivo llamar la atención sobre lo que ellos consideran que es la indiferencia de las autoridades por los problemas actuales, desde la reparación de las desigualdades salariales y el desbloqueo de los trabajos, hasta una estrategia nacional de inversiones. Las dos tragedias que han sacudido a Rumanía en tan solo unos meses, es decir el incendio producido en noviembre en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Distrital de Urgencias de Piatra Neamț (nordeste), seguido por el incendio que tuvo lugar en el hospital de enfermedades infecciosas más moderno de Rumanía, “Matei Balș” de Bucarest, son ejemplos de la situación en la que está el sistema sanitario rumano. En ambos casos, hubo pacientes que murieron en el incendio.
Versión española: Monica Tarău