La situación de Siria
La situación de Siria sigue dividiendo la comunidad internacional.
România Internațional, 09.09.2013, 23:08
En materia de política internacional, la crisis siria se impuso ante algunos expedientes consagrados, tales como los programas iraní y norcoreano o el proceso de paz palestino-israelí dado que en Siria, según estiman las Naciones Unidas, se han registrado más de 100.000 víctimas y millones de refugiados. Después de los casi dos años y medio que han pasado desde el inicio del conflicto, la comunidad internacional ha decidido cambiar su posición. El recurso a las armas químicas provocó indignación entre las cancillerías occidentales, que tienen opiniones divergentes con respecto al modo en que hay que gestionar, a partir de ahora, la situación de Siria. Para los EE. UU. y Francia, la diplomacia ya no es la primera opción, según declaran los analistas de política exterior. En el caso de los EE. UU., aunque están a favor de una intervención militar, el presidente Barack Obama ha decidido esperar a la decisión del Congreso. Cabe destacar que la administración de Obama está desarrollando estos días una campaña mediática inmensa a través de la cual intenta atraer el voto de los indecisos del Congreso. Paralelamente, el secretario de estado norteamericano, John Kerry, hace un periplo europeo para buscar miembros de la coalición militar que intervengan en Siria. Berlín, por ejemplo, ha anunciado que está esperando los resultados finales de la investigación de la ONU sobre el ataque con armas químicas para expresar su punto de vista.
Por su parte, Rusia, el aliado clave del poder de Damasco en el escenario internacional, sigue oponiéndose a una operación militar extranjera. Mientras que sus acciones lograron polarizar la comunidad internacional, el régimen sirio, apoyado por el movimiento chiita libanés Hezbollah, continúa dialogando solo militarmente con la Oposición. A través del ataque con armas químicas, Bashar al-Assad ha demostrado, una vez más, que está dispuesto a hacer cualquier sacrificio para mantenerse en el poder, según consideran los observadores internacionales. Por otra parte, también aprecian que de un líder autoritario, un perfil común para una región como el Oriente Medio, Bashar al-Assad se ha convertido, en dos años y medio de conflicto, en uno totalitario que no piensa abandonar el poder, infringiendo así el derecho humano más elemental, el de la vida.