La reunión de los ministros de Exteriores de Rumanía y Hungría
Los jefes de las diplomacias de Bucarest y Budapest han decidido que los dos países superen las tensiones diplomáticas mediante diálogo y pragmatismo.
Leyla Cheamil, 27.05.2020, 14:22
El ministro de Exteriores de Rumanía, Bogdan Aurescu, y de Hungría, Péter Szijjártó, se han reunido este martes en Bucarest en el contexto de las tensiones recientes entre los dos países vecinos. Las tensiones que afectan la relación bilateral han sido causadas por el tema de la autonomía del denominado País Székely (Tinutul Secuiesc), región situada en el centro de Rumanía, en Transilvania, que incluye las provincias de Covasna, Harghita y una parte de Mureș, zona habitada principalmente por los székely, grupo étnico húngaro. Según el censo del 2001, éstos representan un 6,5% de la población, es decir 1,2 millones de personas, constituyendo la minoría étnica más numerosa de Rumanía.
El Senado rumano ha rechazado, con una mayoría categórica, como cámara de toma de decisiones, el proyecto de ley iniciado por la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía sobre el llamado País Székely, que iba a convertirse en región autónoma con personalidad jurídica. El pasado mes de abril, la propuesta legislativa había sido aprobada inicialmente por la Cámara de los Diputados. El jefe del Estado rumano, Klaus Iohannis, reaccionó y alegó en aquel entonces un pacto secreto entre los líderes del PSD (en la oposición) y la UDHR sobre la aprobación del proyecto de ley.
Los ministros de Exteriores de Rumanía y Hungría, Bogdan Aurescu y Péter Szijjártó, han convenido que los dos países superen las tensiones mediante diálogo y pragmatismo. Asimismo, las autoridades húngaras que llegarán a Rumanía en el próximo período no deberán hacer declaraciones que afecten de alguna manera la asociación estratégica con Bucarest. El ministro húngaro de Exteriores ha puntualizado que Budapest recibió un acuerdo verbal por parte del antiguo Gobierno integrado por el PSD y la ALDE con respecto a la aplicación en Ardeal del plan húngaro de desarrollo económico de Transilvania. Por su parte, el ministro Bogdan Aurescu ha señalado que solamente los acuerdos escritos tienen valor jurídico y ningún acuerdo verbal del pasado es válido.
El responsable de Bucarest ha precisado que el programa húngaro no se beneficia del acuerdo de la actual parte rumana. Bogdan Aurescu:
”He propuesto un debate sobre la posibilidad de firmar un acuerdo de este programa que cuente con una gestión transparente y no discriminatoria, sin criterios étnicos y sin infringir la legislación europea o rumana sobre la competencia en el mercado.”
Por otra parte, el ministro rumano de Exteriores ha afirmado que, en cuanto al Tratado de Trianón, cada uno de los dos países puede tener cualquier interpretación histórica, pero hay que mirar hacia el futuro. Firmado el 4 de junio de 1920 por las Potencias Aliadas, ganadoras de la Primera Guerra Mundial, incluida Rumanía, y Hungría en su calidad de sucesora del Imperio austrohúngaro, el Tratado de Paz de Trianón consagró el reconocimiento internacional de las fronteras de Rumanía reunificadas con Transilvania así como los derechos civiles y políticos de los rumanos que constituían la población mayoritaria en Transilvania, derechos de los cuales éstos no se beneficiaron durante la monarquía dual austro-húngara.