La presencia de la OTAN en el mar Negro
El aumento de la presencia de la OTAN en el mar Negro llevará a un mejor conocimiento de la zona así como al crecimiento de la estabilidad y predictibilidad en esta región geográfica, según ha apreciado el ministro rumano de Defensa en Bruselas.
Bogdan Matei, 17.02.2017, 14:41
Continuidad más que ruptura, ésta es la mayor conclusión que se extrae de la reunión de Bruselas de los ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN que este jueves han decidido consolidar la presencia militar en la zona del mar Negro. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha precisado que numerosas operaciones de la OTAN programadas este año en la zona tendrán carácter puramente defensivo y ha añadido que los aliados no intentan crear tensiones. Necesitamos la paciencia estratégica que tuvimos durante la Guerra Fría, ha afirmado el secretario general que también ha dicho que esta presencia en el Este demuestra la unidad de la Alianza y da una señal clara a cualquier posible agresor.
A su vez, el ministro rumano de Defensa, Gabriel Les, ha apreciado que la presencia de las naves de la Alianza del Atlántico Norte en el mar Negro representa una manifestación de la solidaridad entre los Estados miembros en el contexto creado después de la anexión de la península de Crimea por Rusia. La primera reacción de Moscú, de hecho previsible, fue condenar la decisión de los aliados de consolidar su presencia en la región. El embajador ruso en la OTAN, Alexander Grushko, ha anunciado que se toman todas las medidas necesarias para proteger los intereses de Rusia en la región. Grushko también ha afirmado que la zona sur será fortalecida y que el proceso de dotación de las tropas rusas en Crimea está en desarrollo.
En la junta de los ministros de Bruselas, el nuevo secretario estadounidense de Defensa, James Mattis, ha sido la estrella indiscutible de la reunión, según anota la prensa. A pesar de los temores expresados por muchos europeos de que una vez instalado Donald Trump en la Casa Blanca los EE. UU. abandonaran el papel asumido durante siete decenios como líder del mundo libre, Mattis ha sido categórico: si desea reanudar la cooperación con los EE. UU. y la OTAN, Rusia debe respetar las normas internacionales. Por ahora, ha precisado Mattis, Washington no está preparado para una cooperación militar con Rusia sino sólo para una cooperación política. Por otra parte, el secretario estadounidense de Defensa ha reiterado la invitación hecha por su nuevo presidente, que los miembros europeos de la alianza transatlántica inviertan más en la Defensa porque de otra manera también el apoyo estadounidense podría disminuir. Por ahora, tal como subrayaba el secretario general Stoltenberg citado por el corresponsal de Radio Rumanía en Bruselas, el compromiso de EE. UU. se refiere no sólo a palabras sino también a hechos y la presencia militar de los estadounidenses en Europa no ha dismunuido sino por el contrario, ha aumentado. Stoltenberg ha vuelto a pedir que todos los Estados miembros respeten los compromisos financieros asumidos recordando que tan sólo cinco países han logrado asignar un 2% del PIB.