La escuela y los estudiantes
La educación rumana está lejos del nivel deseado, a pesar de los esfuerzos emprendidos por todos los que, en los últimos años, han asumido el máximo cargo en el Ministerio de Educación.
Corina Cristea, 28.11.2016, 14:46
Después de algunas décadas de reformas, en Rumanía la educación sigue buscando el mejor algoritmo. Según ha constatado el ministro de Educación, Mircea Dumitru, ”la sociedad rumana comparte la misma opinión, acreditando la idea de que la distancia que nos separa de la educación que todos deseamos es muy preocupante y que estamos muy lejos de lo que queremos y podemos realizar”. La educación rumana no ha cumplido los requisitos del mercado laboral y por lo tanto, no puede garantizar la formación profesional de los estudiantes, ha dicho el ministro. En su opinión, la escuela rumana no hace ninguna diferencia entre los estudiantes a la hora de elaborar el currículo escolar, ignorando el perfil individual de cada uno y la especialidad elegida. Lo que deberíamos enfocar más es el desarrollo de la creatividad individual, ha dicho Mircea Dumitru: “Es muy difícil crear una educación personalizada, pero creo que esta es la noble misión de los que se dedican a la ciencia, sobre todo a la educación. Tenemos esperanzas y somos optimistas y creo que en un futuro no muy lejano en Rumanía podemos desarrollar este tipo de escuela, dedicada a la formación, a la educación de los futuros profesores para que se acerquen más a las necesidades de cada alumno, de cada estudiante.”
A diferencia de los años anteriores, este año ¿podemos alcanzar el modelo de escuela que todos deseamos realizar? ¿Qué tipo de educación y de escuela queremos tener en Rumanía? ¿Cuál es el objetivo de la enseñanza preuniversitaria y el perfil de los graduados? ¿El modelo está claro para todos? O tal vez ¿deberíamos tener varios modelos y no un modelo único? El ministro de Educación, Mircea Dumitru, ha hecho estas preguntas que expresan la percepción general. Para abogar a favor de una pedagogía más sencilla, ”que todos deberíamos vivir y sentir de manera natural”, Mircea Dumitru ha decidido aplicar algunas modificaciones. Entre ellas, la regulación a través de una ordenanza, del número de horas que los estudiantes deberían destinar a las tareas en casa, número que debería reducirse. La medida se ha tomado tras las solicitudes presentadas por los padres, de reducir el tiempo destinado a las tareas escolares. Cada profesor tiene que saber que existe un límite, un umbral de tolerancia para los alumnos muy pequeños que no tienen la capacidad psicológica y biológica de concentrarse sobre las tareas escolares tras haber pasado muchas horas en clase, ha explicado el ministro.
(traducido por S.Sarbescu)