La contaminación en Bucarest, un grave problema
Reacciones de la alcaldesa de la capital a raíz de las declaraciones del ministro de Medioambiente, relativas a la calidad del aire en Bucarest.
Roxana Vasile, 07.01.2020, 16:02
En los últimos dos años, la calidad del aire de Bucarest ha ido disminuyendo, superando los límites máximos de contaminación. Conforme a las disposiciones de la Unión Europea, a lo largo de un año, no debería haber más de 35 días en que los valores superen los límites normales. En 2018, hubo 70 días en que estos valores superaron en un 30% dichos niveles. El pasado lunes, a raíz de estos datos, el ministro liberal de Medioambiente, Costel Alexe, visitó el Centro de Monitoreo de la Calidad del Aire y con este motivo criticó duramente a la alcaldesa socialdemócrata Gabriela Firea por no haber aplicado ninguna de las medidas que se había propuesto en esta materia. La municipalidad reaccionó enseguida. Gabriela Firea afirmó en un comunicado de prensa que no puede recuperar en 36 meses lo que no se hizo durante varias décadas. La alcaldesa afirmó que los centros independientes de monitoreo de la calidad del aire, administrados por el Ministerio de Medioambiente, no tienen autorización de funcionamiento, no están homologados. Los índices de calidad invocados representan valores momentáneos registrados en los centros fijos que utilizan métodos de medición que no son gravimétricos y por lo tanto no son válidos.
Además, Gabriela Firea recordó algunas de las medidas tomadas en este sentido, a saber los autobuses de la capital fueron modernizados en los últimos 3 años y el Ayuntamiento compró 830 autobuses nuevos, gastando 474 millones de euros del presupuesto local y de fondos europeos. De estos autobuses, 400 ya están en circulación, mientras que a principios del próximo año la compañía que ganó la licitación entregará 130 autobuses híbridos, marca Mercedes. La alcaldesa recordó que en el período 2017-2019 el Ayuntamiento de la capital entregó 30.000 vales para la adquisición de bicicletas y que durante los dos últimos años fueron acondicionados 48 kilómetros de carril de bicicletas en la capital. Fue iniciado un programa de ecovales para eliminar del tráfico los vehículos muy contaminantes y se está llevando a cabo un proyecto piloto para autobuses escolares. Además, en Bucarest acaba de entrar en vigor una medida conocida bajo el nombre de ”Tasa oxígeno”. La capital rumana seguirá las tendencias de otras ciudades europeas que introdujeron tasas de contaminación y consiguieron muy buenos resultados en cuanto a la mejora de la calidad del aire. A través de dichas medidas también disminuyó mucho el tráfico en las zonas centrales y se pudieron evitar los atascos. El dinero recaudado de esta forma será utilizado únicamente para otras medidas de protección del medioambiente.
Versión española: Valeriu Radulian