La confianza de los rumanos en las instituciones
La confianza de los rumanos en las instituciones ha disminuido en comparación con el año pasado, muestra el Barómetro de Seguridad de Rumanía.
Roxana Vasile, 08.11.2022, 12:44
El Barómetro de Seguridad de Rumanía, una encuesta representativa a nivel nacional, realizada mediante entrevistas telefónicas a unas 1.000 personas de entre 18 y 65 años, entre el 29 de septiembre y el 10 de octubre de 2022, ofrece una instantánea de la confianza de los ciudadanos en las instituciones nacionales e internacionales.
La jerarquía no ha cambiado mucho, pero incluso las instituciones nacionales que suelen gozar de gran confianza, la Iglesia y el Ejército, tienen actualmente una imagen marcada por las dificultades de los últimos tiempos. Según el Laboratorio de Análisis de la Guerra de la Información y la Comunicación Estratégica (LARICS), en colaboración con el Instituto de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Academia Rumana, las cosas se explican después de dos años de pandemia, un año 2022 marcado por una guerra a gran escala en la región y por aumentos más que significativos del precio de todo tipo de energía.
Este conjunto de crisis ha provocado incluso una disminución de la confianza en la OTAN o en la Unión Europea. Aun así, la población rumana sigue siendo prooccidental y proeuropea: un 68 % de los rumanos son optimistas sobre el futuro de la Unión Europea a corto plazo mientras que un 78 % son optimistas sobre el apoyo de Estados Unidos a Europa del Este y sólo el 10 % cree que la UE debería desaparecer en el futuro.
A pesar de algunas críticas serias a la UE, el 74 % de los rumanos aprecian que están mejor en el bloque que fuera de él. Las críticas que los rumanos dirigen a la UE están relacionadas con la situación inmediata, económica y energética, que atraviesan: existe la percepción de que algunos países miembros se aprovechan económicamente de Rumanía, que las políticas de la UE no siempre se adaptan a Rumanía o que la UE impone demasiadas normas.
También hay una clara actitud crítica hacia las élites locales o nacionales. Los ciudadanos atribuyen la culpa del precio descontrolado de la energía a los gobernantes de Rumanía (cerca del 48 %), a las políticas de la UE (un 28 %) y apenas un tercio a la guerra de Ucrania (cerca del 24 %).
Si Rumanía fuera atacada, el 36 % de los rumanos afirma que participaría en la defensa del país, el 33 % está indeciso y el 29 % intentaría marcharse con sus familias.
La mayoría de los rumanos creen que Rusia es la culpable de la guerra en Ucrania y que el principal obstáculo para la paz es también Rusia. Aunque la culpabilidad de Moscú está clara para la gran mayoría de los rumanos, la mayoría (el 70 %) quiere que la guerra se detenga y sólo el 28 % piensa que debe continuar hasta que Rusia sea derrotada. Aquí es donde entra el miedo a que se amplíe el conflicto y se agrave la crisis económica.
Según el Barómetro de Seguridad de Rumanía, aunque no hay una reorientación estratégica de los rumanos, la idea de que el país debe ser pragmático y centrarse en sus propios intereses es cada vez más clara. Todo ello dentro del marco euroatlántico, pero no fuera de él.
Versión en español: Victoria Sepciu