Justicia, protestas y política
A pesar de que la muerte del último rey rumano, Miguel I, se ha recibido con gran tristeza, el poder de izquierda y la oposición de derecha no han conseguido alcanzar una tregua política.
Bogdan Matei, 11.12.2017, 16:00
El Partido Social Demócrata (PSD), partido principal de la coalición en el poder, organizó el sábado una marcha en Craiova (sur) para honrar al exsoberano Miguel I. El líder local del partido, Claudiu Manda, ha afirmado que los participantes querían expresar su gratitud por lo que Su Majestad hizo por la ciudad. El rey Miguel es quien, en 1947, último año de su reinado, emitió los decretos para la creación de la Filarmónica y la Universidad de Craiova. En 2013, se convirtió en ciudadano honorario de la ciudad, y se erigió un busto, una de las pocas estatuas en su honor que existen en el país. Los comentaristas celebran el enfoque piadoso de los socialdemócratas, pero mencionan, con tono irónico, que la reunión en Craiova, a la que asistieron solo unos pocos cientos de personas, se convocó con bastante tiempo. Y que, inicialmente, se suponía que iba a ser una enorme manifestación de protesta, con decenas de miles de participantes, contra el llamado Estado paralelo, integrado por los tribunales, los fiscales y los servicios especiales, que, bajo el pretexto de la lucha contra la corrupción, perseguirían a los representantes de un poder elegido democráticamente. Sus oponentes tampoco rechazaron el placer de salir a la calle.
El domingo, se reanudaron las protestas antigubernamentales tradicionales en el centro de Bucarest y en otras ciudades del país. Los participantes, unos diez mil en la capital, y otros cinco o seis mil en la provincia, rindieron tributo a la memoria del rey, pero los líderes de la oposición tomaron la delantera en la manifestación. En primera fila se situaron el presidente del Partido Nacional Liberal (PNL), Ludovic Orban, el de Unión Salvar Rumanía (USR), Dan Barna, así como el ex primer ministro Dacian Ciolos, que aparecieron juntos en la plaza. El mensaje que querían dar fue el de la unidad de la oposición parlamentaria y extraparlamentaria, en un momento en el que, según dicen, la coalición en el poder ha desencadenado un ataque sin precedentes, no solo contra la justicia, sino también contra los cimientos del Estado de derecho. Aprovechando la ocasión, Ciolos anunció que lanzará en el futuro un partido que surgirá de la ONG Plataforma Rumanía 100, la ONG que fundó tras abandonar la dirección del Ejecutivo a principios de año. Los analistas señalan que la nueva formación tendrá un género similar al de la USR, que se ha convertido en la tercera fuerza parlamentaria, a pesar de que originalmente era una ONG conocida únicamente en Bucarest. También creen que la cualidad del electorado de Ciolos será bastante similar a la de la USR, muy exigente, respetando los valores del Estado de derecho, muy severo con la clase política y siempre dispuesto a salir a la calle para castigarla cuando sea necesario. Con respecto a la manifestación del domingo, el presidente del Senado, Calin Popescu-Tariceanu, pidió a los manifestantes que además de leer la información que reciben en las redes sociales, leyeran también los proyectos de ley sobre la Justicia. El líder de ALDE, alianza secundaria del Gobierno, afirma que el objetivo de estas enmiendas reside en fortalecer el Estado de derecho y la independencia de los magistrados, así como en prevenir abusos y excesos, y no, como sostienen los manifestantes, en la subordinación política de la Justicia y el cese de la lucha contra la corrupción.