Impuestos especiales y precios de los carburantes
En Rumanía acaba de entrar en vigor el primer aumento del impuesto especial sobre los carburantes. La decisión del Gobierno de izquierda de Bucarest ha sido muy criticada sobre todo por los transportistas.
Florentin Căpitănescu, 15.09.2017, 13:28
En Rumanía, el impuesto especial sobre los carburantes ha incrementado este viernes en 16 bani (aproximadamente 3,5 céntimos de euro) por litro, para que a partir del 1 de octubre se ponga en marcha el mismo aumento. El Gobierno de izquierda ha tomado esta medida que tiene por objetivo aumentar los ingresos públicos después de eliminar a principios de esta año el impuesto especial de 7 céntimos de euro por litro.
Además, el ministro de Hacienda, Ionuţ Mişa, ha afirmado que en verano Rumanía registró el precio de la gasolina más bajo de la Unión Europea y el tercero más bajo del gasóleo. El mandatario ha afirmado también que la decisión de aumentar el precio en dos etapas se ha tomado para no producir un choque en el consumo, lo que podría causar aumentos de precios. Sin embargo, los analistas financieros han advertido sobre el efecto dominó en la economía como una certeza. El analista económico Cristian Păun ha explicado lo siguiente:
“Un crecimiento del impuesto especial se verá en el precio. Los combustibles están en el transporte de bienes, en la producción de bienes y en el transporte de personas. Dicho de otro modo, cuando se vende un producto, allí está el combustible para producirlo, para transportarlo y evidentemente, nosotros hemos usado el coche para comprarlo. El impuesto especial muestra una situación de crisis que hay en el presupuesto público, sólo puede tener efectos a corto plazo, y me refiero a la solución que se ha encontrado, y seguramente que a largo plazo no es una solución rentable para nosotros, porque no lleva al desarrollo de ningún sector.
La Unión Nacional de la Patronal Rumana (UNPR) apoya también esta idea y desaprueba firmemente la puesta en marcha del impuesto especial extra. La Unión considera que aumentarán los precios de todos los bienes y servicios, con el riesgo de conllevar una tendencia inflacionista tras un periodo de relativa estabilidad de los precios. La UNPR ha advertido que la medida cerrará algunas empresas de transporte y causará la pérdida de empleos. Lo que ha aumentado el descontento de los transportistas es el hecho de que últimamente, es decir antes de poner en marcha el impuesto especial extra, han subido los precios en la gasolinera, según ellos sin justificación alguna.
Para calmar las aguas, el primer ministro Mihai Tudose ha anunciado que la próxima semana, en el Ejecutivo habrá un debate sobre este tema. Los especialistas opinan que es un crecimiento artificial, impuesto por las grandes redes de gasolineras del país, y no por una consecuencia normal de la evolución del precio del barril a nivel mundial.