Fuerte sequía en Rumanía
Rumanía se enfrenta a una dura sequía, tal vez más que la de 1947, según estiman algunos.
Corina Cristea, 27.04.2020, 14:06
En Rumanía, en 2015 empezó un programa de rehabilitación del antiguo sistema de riego, un programa ambicioso para 5 años cuyo objetivo era lograr regar a finales del año 2020 una superficie de dos millones de hectáreas. En realidad, hasta el presente se han conseguido regar sólo unas 850.000 hectáreas y el programa se ha extendido por algunos años. Es decir, tan sólo un 10% de la superficie agrícola puede ser regada y aun así los granjeros han hecho solicitudes sólo para unas 100.000 hectáreas, según precisa el ministro de Agricultura, Adrian Oros.
La situación es dramática porque la agricultura de Rumanía, aunque es famosa por sus tierras fértiles, sigue dependiendo seriamente del clima. Ha llovido muy poco en Rumanía en los últimos meses y tampoco ha nevado mucho este invierno, por lo tanto las consecuencias son cada vez más evidentes. Los datos centralizados indican que este mes de abril, la cantidad de precipitaciones apenas ha alcanzado los 7 litros por metro cuadrado frente a un promedio plurianual de 53 litros, cosa que indica que Rumanía se enfrenta a una sequía histórica, según señala también el ministro Adrian Oros, quien la califica de “fuerte y extrema, la más dura de los últimos años”.
La situación más grave se registra en la zona de Dobruja, en Bărăgan y en Moldavia, es decir en el sudeste del país.
Nicolae Moraru, alcalde de una aldea del este del país, describe la situación:
“Muchos granjeros se encuentran en situaciones difíciles. Tienen 400-500 hectáreas y los gastos son muy grandes. Corren el riesgo de encaminarse al colapso financiero. Desafortunadamente, la situación en nuestro país es desastrosa.”
Según el Ministerio de Agricultura, tres millones de hectáreas de cultivos sembrados en otoño ya se han visto gravemente afectadas, siendo la colza, la cebada, el trigo y el centeno los más dañados. Muchos granjeros ya declaran que el precio del pan subirá a partir del próximo otoño, pero las autoridades consideran que es demasiado temprano para lanzar este tipo de afirmaciones.
En una entrevista concedida a una cadena de televisión privada, el ministro Adrian Oros ha explicado que aunque la producción se redujera a la mitad, el consumo interno no se vería afectado:
“Es demasiado temprano. También es importante ver lo que ocurrirá en Europa y a nivel mundial. En los años buenos, cuando llovió, la producción de trigo en Rumanía se situó entre los 7, 8 e incluso 9 millones de toneladas de trigo y nosotros consumimos alrededor de dos millones y medio, tres millones como máximo. Lo mismo sucede con el maíz. Tuvimos 14, 15 millones de toneladas y el consumo máximo en Rumanía fue de siete millones de toneladas. Si la producción se redujera a la mitad, el consumo no se vería afectado.”
Noticias buenas llegan también por parte de los meteorólogos. Las previsiones indican que el próximo viernes lloverá en todo el país. Sin embargo, las cantidades de precipitaciones no serán significativas, sólo van a caer unos 10 litros por metro cuadrado.