Fiestas en aislamiento
Las fiestas de Pascua se celebran este año en condiciones especiales debido a la pandemia del coronavirus.
Leyla Cheamil, 13.04.2020, 14:21
Calles vacías, escuelas, universidades, fronteras y tiendas cerradas, despidos, restricciones o la suspensión temporal de la actividad son algunas de las consecuencias del temido virus SARS CoV-2 que afecta desde hace algunos meses a todo el mundo, generando a nivel global efectos negativos significativos en la economía y el sistema sanitario. Sin embargo, las vidas humanas son las pérdidas más graves y para limitar la propagación del coronavirus se han tomado medidas drásticas de aislamiento y distanciamiento social que afectan, tal como era de esperar, a las manifestaciones religiosas. El lunes, los cristianos ortodoxos, mayoritarios en Rumanía, y los grecocatólicos han iniciado la Semana Santa que recuerda los últimos momentos de Cristo en la Tierra, antes de ser crucificado. Para evitar la formación de grupos de personas, la Iglesia ortodoxa rumana ha anunciado reglas sin precedentes. Las misas especiales de la Semana Santa se celebrarán en las iglesias, pero no habrá acceso público. Los cristianos podrán ver las celebraciones religiosas de Semana Santa en la televisión o en línea desde sus hogares, en las condiciones del estado de alarma. Asimismo, la confesión y la comunión de los cristianos sólo se pueden realizar en casa y los sacerdotes deben llevar mascarilla y zapatos de un solo uso y desinfectar sus manos. En la Vigilia Pascual, la fiesta más importante de la cristiandad, cuando las campanas suenan en todas las iglesias, los cristianos podrán salir con velas encendidas a las ventanas y los balcones o a los patios de sus casas. El saludo pascual entre los cristianos ortodoxos consiste en la fórmula ¡Cristo ha resucitado! para saludar y ¡Verdaderamente, ha resucitado! para la respuesta.
Para continuar la tradición empezada en 2009, el Patriarcado Rumano traerá también este año el Fuego Sagrado de Jerusalén en un avión especial y los voluntarios lo distribuirán solamente en los hogares que lo soliciten.
El domingo pasado, más de dos mil millones de cristianos romanocatólicos y protestantes de todo el mundo celebraron la Pascua. Las ceremonias se llevaron a cabo en las iglesias, pero los cristianos no pudieron asistir debido a las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, tuvieron la oportunidad de seguir la misa desde sus hogares por radio, televisión e internet. En el Vaticano este año, el papa Francisco impartió la tradicional bendición urbi et orbi a la humanidad y a toda la creación desde el interior de la Basílica San Pedro. El sumo pontífice alentó a los cristianos que respondieran a través del contagio de la esperanza en un mundo oprimido por la pandemia que está poniendo a prueba a nuestra gran familia humana. Para terminar el papa Francisco mandó un mensaje al mundo entero: “Éste no es el momento de fabricar armas, gastando enormes cantidades de dinero que debe usarse para salvar vidas.”