El plagio vuelve a centrar la atención
Los senadores de Bucarest han decidido que de hoy en adelante, el título de doctor sólo lo podrá quitar a una persona la universidad que lo otorgó.
Bogdan Matei, 11.10.2016, 14:35
Considerada, normalmente, prerrogativa de unas elites académicas, la originalidad, autenticidad y el valor de las tesis doctorales se ha transformado en Rumanía en tema de debate para la prensa, la opinión pública y la clase política. El pasado lunes, el Senado decidió, en su calidad de foro de decisión, que el doctorado sólo lo podrá quitar a una persona la universidad que lo otorgó, mientras que el Consejo de Legalización de los Diplomas, institución creada especialmente para comprobar el plagio, sólo tendrá el papel de instancia de recurso. En nombre del Ejecutivo tecnócrata, el secretario de Estado en el Ministerio de Educación, LaurentiuVlad, había mencionado en el Pleno del Senado que, aunque de forma declarativa, la nueva forma de la ley perseguía descentralizar la decisión con respecto a la emisión y la retirada del título de doctor, en realidad corría el riesgo de socavar la calidad de la enseñanza superior. Laurentiu Vlad:
“En el presente, en Rumanía, funcionan más de 50 instituciones organizadoras de estudios de doctorado universitarios. Algunas de éstas están en condiciones de asumir la responsabilidad total de asegurar las tesis doctorales y otras no.”
En la réplica, la senadora socialdemócrata Ecaterina Andronescu, exministra de Educación y actual presidenta de la Comisión de Enseñanza ha defendido la idea de que el proyecto de ley aumenta la responsabilidad de las universidades y que en ninguna parte del mundo existe una institución que se sitúe por encima de la universidad que otorga el diploma de doctorado. Aún más, el Consejo Nacional de Legalización de los Títulos, Diplomas y Certificados Universitarios seguirá funcionando. Ecaterina Andronescu:
“El Consejo Nacional de Legalización de los Títulos sigue siendo la instancia de recurso para todas las tesis doctorales elaboradas y para las cuales se ha obtenido el título de doctorado mediante orden ministerial, aunque el Consejo Nacional sigue siendo el foro de decisión en los casos de desviación”
Dadas estas condiciones, el presidente Klaus Johannis se ve obligado a promulgar la modificación de la Ley de la Enseñanza en la forma adoptada por los senadores aunque, inicialmente, la había devuelto a sus iniciadores, advirtiendo acerca de que había un clima de desconfianza en el proceso de análisis de las reclamaciones de plagio. Inmediatamente después de la votación, el presidente Johannis ha calificado de por lo menos sospechosa la precipitación con la cual se ha actuado para modificar la ley de la educación, sin analizar el fondo del problema, en un momento en que todo el mundo reclama integridad y rendimiento. Comparten la consternación del presidente los representantes de la prensa, especialmente porque el voto del Senado ha tenido lugar tres días después del anuncio de que el exministro del Interior Petre Toba y el alcalde de la ciudad de Voluntari, Florentin Pandele, habían plagiado masivamente en sus tesis doctorales. Esta es la conclusión formulada por la comisión de expertos que ha examinado las dos tesis doctorales y confirmada, el pasado viernes, por el Ministerio de Educación. De este modo, ambos han llegado a ser temas de los debates acalorados con respecto a las tesis doctorales, supuestos plagios, igual que otros personajes públicos como el exprimer ministro Victor Ponta, ex vice primer ministro Gabriel Oprea, e incluso la propia jefa de la Dirección Nacional Anticorrupción, Laura Codruta Kovesi.