El Ministerio del Interior, bajo la lupa
Dos tragedias han determinado al ministro rumano del Interior, Lucian Bode, que critique el sistema policial que, según él, se ha deteriorado constantemente durante los últimos 30 años.
Leyla Cheamil, 18.01.2022, 11:25
Una tragedia que podría haberse evitado ha provocado una serie de reacciones vehementes en Rumanía. Una niña de 13 años murió la semana pasada tras ser atropellada fatalmente en una senda peatonal de Bucarest por un vehículo policial y otra niña llegó al hospital gravemente herida. El coche tenía las luces de emergencia encendidas. El ministro del Interior, Lucian Bode, ha precisado que el policía que conducía el vehículo no cumplía una misión de emergencia y ejercitaba sus atribuciones, a solicitud de la Dirección del Registro Nacional de Población. Él también ha dicho que los policías que conducen un vehículo especial con prioridad de paso, estén o no en misión de emergencia, no están exentos de responsabilidad penal.
“La ley es muy clara: todo lo que significa conducir con prioridad de paso, si va en misión policial o en misión de emergencia, el que conduce un vehículo policial tiene la obligación de conducir con cuidado y está exento sólo de la contravención, no de la responsabilidad penal.”
El policía que provocó la tragedia de la capital era empleado de fuentes de contratación exteriores, lo que significa que no asistió a las clases de una escuela de policía. El ministro del Interior, Lucian Bode, ha anunciado que tras la tragedia de la capital se volverá a analizar el proceso de reclutamiento de policías de fuentes exteriores que, aunque necesario, en algunas situaciones resulta riesgoso. De hecho, recientemente se han organizado varias sesiones de este tipo de contratación, debido a la crisis de plantilla generada por los jubilados y al reducido número de plazas en las escuelas de policía.
Otra tragedia ha determinado al ministro del Interior que afirme que “ha puesto de manifiesto, una vez más, la podredumbre de un sistema que se ha ido deteriorando año tras año durante los últimos 30 años. Los recursos humanos insuficientes en ocasiones han demostrado estar mal preparados, a veces trabajan en colaboración con el poder político local, a veces con los delincuentes locales», ha concluido Lucian Bode. Esta vez, la tragedia ocurrió el 9 de enero en Bolintin Vale (en el sur del país), donde cientos de personas salieron a las calles para reclamar la falta de implicación de las autoridades, en el contexto en que una familia los aterroriza y un miembro de esta familia mató a un hombre golpeándolo en la cabeza con una piedra. Los habitantes de Bolintin Vale pidieron medidas urgentes para protegerse de la comunidad gitana que viene de otra localidad y que provocaría escándalos.
La ciudad ha sido declarada zona especial de seguridad pública y en el lugar se movilizaron decenas de gendarmes y policías. Debido a estas tragedias, la USR (en la oposición) ha exigido, una vez más, la renuncia del ministro del Interior, sobre el cual afirma que ha fracasado en su misión de reformar la policía. La USR considera que el Ministerio del Interior debe ser liderado por una persona que presente soluciones claras y firmes, a través de las cuales se pueda restaurar el prestigio del uniforme policial y la confianza de los rumanos en las instituciones que deben protegerlos.