El informe Freedom House para 2018
Rumanía sigue estando considerada un país libre en el ya tradicional informe anual de la organización Freedom House.
Bogdan Matei, 06.02.2019, 16:00
2018 fue el décimo tercer año consecutivo en que se registra un declive respecto a la libertad en el mundo, según ha advertido en su informe más reciente la conocida organización Freedom House. Instituto de investigación con sede en Washington creado en 1941, financiado por el gobierno estadounidense y cuyo principal objetivo es la promoción de la democracia liberal en el mundo, Freedom House monitoriza y evalúa anualmente la manera en que se respetan las libertades esenciales en 193 países y 15 territorios de todo el mundo. Los retrocesos se han registrado en todas las zonas del mundo, desde las democracias con una larga tradición, como Estados Unidos, a los regímenes autoritarios consolidados, como China o Rusia. Los expertos de la organización han afirmado que el declive está de momento en un bajo nivel frente al que se registró a finales del siglo XX, antes de la caída de las dictaduras comunistas en Europa y de las de derecha en América Latina, pero la tendencia es significativa y genera riesgos. Las democracias escandinavas ocupan también este año el primer lugar en la clasificación realizada por Freedom House. Finlandia, Noruega y Suecia tienen 100 puntos de 100 posibles, lo que significa un sistema político “con mayor nivel de libertad”.
Aunque no tengan el máximo de puntos, entre los países considerados libres están, de manera previsible, los pilares tradicionales de la democracia de la posguerra: Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania o Italia. Entre los países considerados parcialmente libres están Serbia y los países exsoviéticos de Ucrania y la República de Moldavia (donde la mayoría de la población habla el rumano). Un detalle inquietante es el de que un miembro de la Unión Europea y la OTAN, Hungría, está considerado también parcialmente libre. En este país, Freedom House sanciona los arrebatos autoritarios del régimen de Viktor Orban. Numerosos países no son considerados libres, figurando entre ellos actores geopolíiticos esenciales como Rusia, China y Arabia Saudí.
Rumanía está en la zona verde del mapa electoral de Freedom House y está considerada un país libre respecto a los derechos políticos y civiles. La democracia de Bucarest acumula 81 puntos de 100 posibles. Los comentaristas destacan que los expertos estadounidenses de Freedom House colocan a Rumanía en un mejor lugar que los mismos rumanos. En la guerra política sin fin de Bucarest, las voces de la mayoría de izquierda del PSD y la ALDE han denunciado varias veces el llamado Estado paralelo, una nebulosa de la que formarían parte algunos grupos mediáticos, servicios especiales, fiscales y jueces que condenan siguiendo órdenes a los políticos indeseables y arruinan sus carreras.
La oposición de derecha, los medios de comunicación y la sociedad civil han replicado acusando al poder de que desea subordinar a los magistrados, detener la lucha anticorrupción y convertir a la Gendarmería en una guardia pretoriana destinada a reprimir las manifestaciones antigubernamentales.