El Estado rumano compra ”La sabiduría de la tierra”
La sabiduría de la tierra de Constantin Brâncuşi pertenecerá al Estado rumano
Roxana Vasile, 17.03.2016, 15:56
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Constantin Brâncuşi ha dejado a la humanidad una impresionante herencia cultural. Un maestro de las líneas y formas perfectas, el famoso escultor ha aportado un cambio de paradigma en el arte plástico moderno, al salir del modelo clásico de la escultura donde sus innovaciones reinterpretaron las líneas del pasado en formas nunca encontradas por sus predecesores. Creador genial, el escultor iba a imaginar, en metal o piedra, sentimientos, hipóstasis o filosofías.
Las prestigiosas casas de subastas Christies y Sothebys, las más importantes del mundo, han organizado numerosas ventas de obras firmadas por Constantin Brâncuşi. La galería Christies, que lidera el ranking de las subastas del patrimonio cultural brancusiano, también ha establecido un precio récord obtenido por una obra del gran artista rumano: 27,4 millones de dólares. Sorprendentemente, los rumanos no saben o no pueden proteger ni tampoco promover la herencia del artista en su justo valor. Este año, el 19 de febrero se ha celebrado por primera vez el Día de Brâncuşi, como fiesta nacional. Ahora se está debatiendo la apertura en Târgu Jiu, donde nació el gran escultor, de un Museo Nacional dedicado a Brâncuşi. Además, obras del famoso taller de París de Constantin Brâncuşi podrían ser enviadas como préstamo al nuevo museo abierto en Târgu Jiu.
Hace poco, el Estado rumano había anunciado que reanudaría los trámites para la adquisición de ‘Sabiduría de la tierra’, que pertenecía a una colección privada de Rumanía. Este miércoles, el ministro de Cultura, Vlad Alexandrescu, ha anunciado en Facebook que los dueños han aceptado la oferta de 11 millones de euros enviada por la comisión de negociadores nombrada por el Ejecutivo. De estos 11 millones, el Gobierno pagará solo 5, y para los otros 6 el Ministerio de Cultura abrirá una campaña de donación pública nacional.
Realizada en 1907, ’Sabiduría de la tierra’, junto con ‘Vuelo’ y ‘El Beso’, ‘representan algunas de las mejores creaciones firmadas por Brancusi. A lo largo del tiempo, la escultura ha tenido dos propietarios. El primero fue el ingeniero Gheorghe Romaşcu, buen amigo del artista que se la compró en 1911. En 1957, fue confiscada por el régimen comunista, que la expuso en el Museo de Arte de Rumanía. Tras un largo proceso, la obra fue devuelta en 2012 a los herederos de Romaşcu.
Ahora, la escultura pertenecerá a todos los rumanos. Independientemente del nivel de prosperidad de la nación, decía el ministro Vlad Alexandrescu, el Estado deberá pagar una parte de este dinero. También deberá reparar la injusticia cometida contra Brâncuşi en los años 50, cuando los comunistas calificaban su arte de decadente y formalista y cuando las autoridades proucaron derribar con un tractor la ”Columna sin fin” ubicada por el gran esculturo rumano en la ciudad más rumana de Târgu -Jiu.
(traducido por Simona Sarbescu)