El centenario de Rumanía
Se cumplen 100 años del mayor acontecimiento político del año 1918: la creación del Estado nacional rumano realizada mediante la unión de las provincias rumanas en un solo Estado.
Mihai Pelin, 28.11.2018, 14:13
En 2018, el Estado nacional unitario rumano cumple 100 años, motivo de fiesta y alegría. La unión de todas las provincias rumanas fue un proceso en etapas que tuvo lugar durante varios siglos. En 1600, el vaivoda Miguel el Valiente realizaba la primera unión política de Transilvania, Moldavia y Valaquia. Un año más tarde fue asesinado, acto que respondía perfectamente a los objetivos de los poderes vecinos que no aceptaron la creación de un Estado independiente que podía modificar de manera sustancial el número de fuerzas de la zona. En 1859, bajo el reinado de Alexandru Ioan Cuza, Moldavia y Valaquia vuelven a unirse en un nuevo Estado, Rumanía. Luego, en 1866, el primer soberano de Rumanía de la Casa de los Hohenzollern, Carlos I, moderniza el Estado y en 1877, después de la guerra ruso-turca, Rumanía obtenía la independencia del moribundo Imperio otomano después de siglos de obediencia. Carlos I muere en 1914 y su sobrino Fernando se convierte en sucesor. Bajo su reinado, Rumanía entra en la Primera Guerra Mundial para realizar su unidad nacional, proceso finalizado cuatro años más tarde mediante la voluntad de todos los rumanos de las provincias que hasta aquel entonces estaban bajo ocupación extranjera.
El 27 de marzo de 1918, a finales de la primera conflagración mundial, sobre el trasfondo de la disolución del Imperio zarista, el Consejo del País, organismo legislativo de Besarabia, votaba la unión de esta provincia con mayoría de rumanohablantes con la Patria Madre. Fue el primer acto de la constitución del Estado nacional unitario rumano, proceso que, a finales del mismo año, finalizó con la entrada el 28 de noviembre, de Bucovina (en el noroeste) bajo la autoridad de Bucarest en un contexto europeo muy favorable. Después de que las Potencias Centrales fueran derrotadas en la Primera Guerra Mundial beneficiándose del apoyo militar concedido por el rey Fernando y del apoyo moral y diplomático de la reina María, los miembros del Congreso General de Bucovina votaban en Cernauti, por unanimidad, la unión con Rumanía. Siguió la unión con las demás provincias rumanas de Transilvania (en el centro), Banato, Maramures y Crisana (en el oeste) que hasta entonces estaban bajo la ocupación del Imperio habsbúrgico y así nacía, el 1 de diciembre, el Estado nacional unitario rumano después de un proceso muy difícil. En el plano internacional, el nuevo estatuto político territorial de Rumanía fue reconocido mediante los tratados firmados en el marco de la Conferencia de paz de París (1919-1920). Desafortunadamente, la unión no duró mucho. En verano del año 1940, tras un ultimátum, la Moscú de Stalin anexionó tanto Besarabia como el norte de Bucovina, territorios que en el presente pertenecen a las antiguas repúblicas soviéticas de Moldavia y Ucrania. Centenares de miles de habitantes de Besarabia se refugiaron entonces en la Rumanía disminuida, otras decenas de miles fueron deportados a Siberia o Kazajistán y en su lugar los ocupantes trajeron colonos reclutados de todos los rincones del imperio.