El callejón sin salida de la política en la República de Moldavia
Más frágil que nunca, la estabilidad de la República de Moldavia (exsoviética con mayoría de rumanohablantes) se ve amenazada por todas partes.
Bogdan Matei, 26.11.2015, 17:38
Las fuerzas del orden de la República de Moldavia han anunciado que han descubierto un grupo paramilitar que preparaba ataques contra las instituciones estatales y escenarios insureccionales similares a los de Ucrania. Los policías han realizado redadas y han detenido a varias personas del norte de la República así como de Chisinau. El líder del grupo criminal y otros de sus miembros, algunos originarios del este rusófono y rusófil de Ucrania, son personas con antecedentes penales. Podría tratarse de un escenario preparado por la Federación Rusa para desestabilizar la situación de la República de Moldavia, según ha apreciado el analista político Oazu Nantoi. Los incidentes violentos serían un argumento suplementario para la oposición pro-Moscú que no se cansa en anunciar la quiebra del Gobierno y pedir la dimisión de todos los responsables proocidentales.
El presidente Nicolae Timofti ha programado para este viernes nuevas consultas con los partidos parlamentarios para designar a un nuevo candidato al cargo de primer ministro, pero todo el mundo parece escéptico en cuanto a las futuras aspiraciones europeas de la República. Integrantes, junto con los liberaldemócratas y liberales, de la antigua coalición gubernamental, los demócratas ya están negociando desde hace algún tiempo con los socialistas y comunistas de la oposición. El líder de los comunistas, el exjefe del Estado, Vladimir Voronin, aboga por una coalición gubernamental de izquierda integrada por el Partido Comunista, el Partido Socialista y el Partido Demócrata que contaría con una mayoría confortable: 64 de los 101 escaños de diputados. Sin embargo, el jefe de los socialistas, Igor Dodon, pide elecciones anticipadas. Se celebrarán elecciones anticipadas si no se valida un nuevo gabinete antes de finales del próximo mes de enero.
Los asuntos corrientes son debatidos por un Gobierno interino después de que el ex primer ministro liberaldemócrata Valeriu Strelet fuera destituido el pasado 29 de octubre mediante una moción de censura iniciada por los socialistas y comunistas y votada también por los parlamentarios del Partido Demócrata. Para los socios occidentales de la República de Moldavia, la crisis política de este Estado es casi inevitable, aunque el año pasado firmara acuerdos de asociación y libre cambio con Bruselas y anunciara que espera integrarse en la Unión Europea en 2020.
“Siéntanse a la mesa de negociaciones sin ningún tipo de condiciones” — ha pedido el presidente de la Comisión de Política Exterior del Parlamento Europeo, Elmar Brok, a los líderes de los partidos prooccidentales. La situación política es decepcionante y los partidos en el Gobierno no han demostrado profesionalidad y valentía perdiendo, de este modo, la confianza de la población, según han acusado otros miembros del legislativo comunitario.
El europarlamentario rumano, Cristian Preda, piensa que hay tres causas que han generado y agudizado la crisis política de la República de Moldavia: la influencia de Rusia en la opinión pública, el poder incontrolable de los oligarcas que se apoderaron de los partidos políticos, y la corrupción que ha fragilizado las instituciones del Estado de derecho.