El BERD, estimación al alza para Rumanía
El BERD ha mejorado sus estimaciones sobre la evolución de la economía de Rumanía en 2022 y 2023. Recientemente, el FMI también ha revisado al alza su previsión de crecimiento para este año.
Corina Cristea, 29.09.2022, 17:49
En el primer semestre del año, la economía de Rumanía ha evolucionado mucho mejor de lo esperado. Así lo confirma el último informe del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), que señala que, tras una recuperación del 5,9 % en 2021, impulsada por el consumo privado, el PIB creció un sorprendente 5,8 % en los primeros meses de 2022. La institución financiera internacional considera que ese mismo consumo privado, especialmente el de servicios, ha sido el trampolín de esta subida, impulsada por la eliminación de las restricciones relacionadas con la pandemia.
El crecimiento del PIB para el conjunto de 2022 se estima en torno al 5,4 % y sigue la tendencia que también ha indicado recientemente la misión de evaluación del FMI en Rumanía. El Fondo estimó un avance de la economía rumana del 4,8 %, un aumento superior al 2 %. Sin embargo, las cosas serán muy diferentes el próximo año, según el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo. Para 2023, éste pronostica un crecimiento económico de solo un 1,9%, un valor que fue también revisado al alza respecto a la estimación de mayo. Los pronósticos presentados en primavera mostraban que el producto interior bruto de Rumanía iba a incrementar un 2,9 % en 2022 e iba a bajar un 1,1 % en 2023. El BERD atribuye la modesta previsión para el próximo año principalmente al deterioro de los ingresos de los hogares y a los costes generados por la financiación y la energía, que limitan las inversiones.
Según el informe del BERD, a esto se añade la escasa demanda exterior, especialmente de Alemania. Al mismo tiempo, los expertos financieros están advirtiendo incluso que aún existen riesgos de caída para la economía de Rumanía, en caso de que se produzca una recesión más grave de lo previsto en la zona del euro. El BERD señala que en los tres Estados miembros de la UE del sureste de Europa — Rumanía, Bulgaria y Grecia —, que registraron un sólido crecimiento económico en el primer semestre de 2022, empiezan a aparecer señales de una importante desaceleración.
La inflación ha llegado a dos dígitos, y la incertidumbre sobre el abastecimiento de energía en los próximos meses está afectando la confianza y las inversiones. La institución financiera internacional estima que las economías de su región de actividad van a crecer un 2,3 % en 2022, por encima de sus previsiones de mayo, gracias a la sólida actividad de la primera mitad del año, cuando los hogares gastaron los ahorros acumulados durante las cuarentenas de la pandemia, a pesar de la caída de los salarios reales. Sin embargo, la reducción de las entregas de gas ruso hizo que el BERD rebajara su pronóstico de crecimiento para el próximo año al 3 %, frente al avance del 4,7 % que había estimado anteriormente. Se prevé que el producto interior bruto de Ucrania se contraiga en casi un tercio en 2022, mientras que la economía rusa bajará un 5 %, en vez de sufrir un descenso del 10 %, como había estimado anteriormente el BERD.
Traducción al español: Iulia Hau