Desmantelada una red internacional de traficantes de pescado
Cientos de toneladas de pescado contaminado por metales pesados han sido traídos a Rumanía. La mercancía envenenada ha llegado a los almacenes.
Roxana Vasile, 17.05.2019, 16:20
Cientos de toneladas de pescado contaminado por metales pesados han sido comercializados en Rumanía. Los detalles del escándalo son indignantes. Una agrupación criminal integrada por numerosas personas de varias nacionalidades europeas ha creado un mecanismo complejo de distribución de la mercancía. Pescaban especialmente carpa y siluro en aguas con un alto grado de contaminación de Italia, España, Francia, Hungría y Portugal, donde está prohibido pescar a causa del alto grado de toxicidad. Después, depositaban el pescado en condiciones insalubres para ser transportado en furgones de tonelaje reducido en vez de camiones frigoríficos autorizados, ya que los primeros no eran atentamente controlados en las aduanas. Posteriormente falsificaban los documentos de procedencia y distribuían la mercancía en los almacenes. Cantidades importantes de pescado contaminado habrían llegado a las redes de unos grandes vendedores al por menor. El fiscal Teodor Nita, el coordinador de la investigación ha precisado lo siguiente:
“En primer lugar los residuos industriales que llegan a las aguas son sumamente peligrosos. Otro peligro lo representan las condiciones totalmente inadecuadas de almacenamiento y transporte del pescado antes de llegar a Rumanía para ser vendido a los almacenes de especialidad incluidos unos importantes vendedores al por menor. Los documentos eran falsificados y completados según el caso.”
La titular de Sanidad, Sorina Pintea, ha declarado que en el presente la población no corre peligro alguno de intoxicación con metales pesados:
“La intoxicación con metales pesados se produce después de un largo período de consumo. Si el nivel de los metales pesados hubiera sido muy alto igual los peces habrían muerto, pero nosotros necesitamos controlar todos los datos. Hasta la fecha nadie se ha presentado en los servicios de urgencia acusando síntomas de intoxicación por metales pesados y por consiguiente no se corre ningún peligro.”
En España, las autoridades han aniquilado la rama de esta agrupación que operaba en el río Ebro. En Rumanía, los investigadores esperan los resultados de las 112 indagaciones efectuadas a nivel nacional y de otras 100 hechas en los demás Estados europeos en que actuaba dicha agrupación, a fin de poder establecer las medidas a tomar a continuación. Hasta la fecha, más de 30 toneladas de pescado no apto para el consumo humano han sido confiscadas y destruidas. Esta investigación sin precedentes confirma las sospechas de los últimos años de que Rumanía se ha vuelto un mercado de venta de mercancías de segunda mano. Pero esta vez, las pruebas de los fiscales han demostrado no sólo la calidad insatisfactoria de los productos, sino también el hecho de que algunos de estos productos comercializados bajo los ojos indulgentes de las autoridades competentes pueden causar graves enfermedades. Una de las medidas que podría hacer que la situación nunca volviera a repetirse sería el abastecimiento de las tiendas con pescado rumano de buena calidad. Antes del año 1989, en el Delta del Danubio por ejemplo, había más de 50.000 de hectáreas de estanques naturales para la cría de peces que tras alcanzar su edad madura eran devueltos al ámbito natural. Si estos centros piscícolas se beneficiaran de nuevas tecnologías, el Delta del Danubio podría llegar a ser el productor número uno de pescado ecológico de Europa.