Desde el fútbol, al balonmano
La selección de fútbol de Rumanía ya conoce sus rivales de la fase de grupos de la Eurocopa 2016. Rumanía jugará con Francia, el país anfitrión, en el primer partido del torneo.
Florentin Căpitănescu, 14.12.2015, 17:30
Para el fútbol rumano, que en general carece de una infraestructura adaptada a la época actual y que en los últimos años no ha tenido ningún resultado internacional notable, la clasificación para la Eurocopa 2016 de Francia representa un soplo de aire fresco. Lejos del fútbol espectacular practicado por la generación de los 90, con nombres importantes como Hagi, Popescu, Petrescu o Dumitrescu, la actual selección juega, según opinan los expertos, de una manera confusa, caótica y no convincente.
Según los hinchas, esta clasificación se debe en gran medida a los rivales modestos del grupo (ganado por Irlanda del Norte) y no al nivel del juego. Un juego complicado, sin logros importantes, caracterizado por fases defensivas y cuya fuerza se debe al conjunto. Sin embargo, este juego podrá aportar sorpresas, incluso en el partido de apertura de la Eurocopa 2016, entre la selección tricolor y el país anfitrión.
El partido tendrá lugar el próximo 10 de junio en el Stade de France de Saint-Denis. Rumanía se enfrentará a Suiza, el 15 de junio, en el Parc des Princes de París, y el día 19, jugará con Albania, en Lyon. Al echar un primer vistazo, el Grupo A cuenta con Francia como favorito, y con tres equipos equilibrados, que podrían tener cualquier resultado en los enfrentamientos directos. “Me habría gustado no jugar en la apertura de la Eurocopa y en cualquier caso, no contra Francia”, ha reconocido el seleccionador rumano, Anghel Iordănescu. Un técnico experimentado, nombrado Mejor Seleccionador de Rumanía en el siglo pasado, pero que ahora tendrá que trabajar mucho con la selección.
Su principal problema, según ha declarado, es que muchos jugadores rumanos que juegan con equipos extranjeros no han sido convocados o su situación es incierta. Los clubes donde ellos juegan tampoco son como antes. Si en los años 90, el seleccionador Iordănescu contaba con jugadores rumanos de equipos famosos, como el Barcelona o el Real Madrid, ahora se ha quedado, salvo dos o tres excepciones, con jugadores fichados por clubes modestos de Turquía, Israel, los países árabes o China.
Otra selección de Rumanía, la de balonmano femenino, puede ser un ejemplo positivo para la selección de fútbol. En la Copa Mundial de balonmano, que tiene lugar en Dinamarca, Rumanía se ha clasificado para cuartos, al vencer por 25-22 a Brasil, el campeón mundial vigente. Una victoria sorprendente, dado que Rumanía había registrado resultados modestos en la fase de grupos, donde había perdido ante España, Noruega y Rusia. El próximo miércoles, Rumanía luchará contra Dinamarca, buscando la clasificación para semifinales.
(Traducido por simona sarbescu)