Descontentos sindicales
Los sindicalistas han advertido sobre los graves problemas a los que se enfrentan los empleados y el mercado laboral en Rumanía y sobre los desequilibrios que perpetúan la pobreza y la desigualdad social.
Roxana Vasile, 20.01.2021, 12:54
Desde los primeros meses de este año, una serie de categorías profesionales o sociales han elegido expresar en la calle sus descontentos con la manera en que el actual Gobierno de centroderecha gestiona los problemas en el contexto de la pandemia de COVID-19 que ha desestabilizado seriamente la economía de Rumanía. Reunidos delante de las sedes de la Administración Presidencial, del Ejecutivo, de varios ministerios, de las prefecturas provinciales o incluso de las formaciones políticas de la coalición que está en el poder, rumanos de todo el país han presentado sus demandas. El Cartel Alfa, uno de los principales sindicatos de Rumanía, ha iniciado protestas que comenzaron el 14 de enero y deberían durar hasta el 28 de febrero. Para respetar las medidas de seguridad sanitaria impuestas por la COVID-19, las acciones se desarrollarán por etapas e incluirán, además de las protestas en la calle, memorándums, cartas, peticiones o debates con los parlamentarios de todos los partidos parlamentarios. Las principales demandas son un salario mínimo decente, pensiones equitativas, servicios públicos de calidad, desbloqueo de las negociaciones colectivas, tasas justas y la aplicación correcta de la legislación. El líder del Cartel Alfa, Bogdan Hosu, ha ampliado más detalles:
Los empleados en los sectores públicos están descontentos con la congelación de los derechos marginales y de los salarios para 2020, y no se realiza el crecimiento de hasta el 8% para alcanzar los parámetros de la ley de salarios únicos en el sector público. Los jubilados están descontentos porque las pensiones no se calculan correctamente. Los empleados en el sector privado están descontentos porque más de un tercio de los empleados no se han beneficiado todavía de los crecimientos de los salarios brutos con la transferencia de las tasas sociales del empleador al empleado.
En una carta titulada ¡Todos tenemos los mismos derechos!, el Cartel Alfa recuerda a los partidos en el Gobierno (el PNL, la USR-Plus y la UDMR) que la política de austeridad aplicada por el Gobierno actual no fue parte de los compromisos de los partidos de la coalición ante los ciudadanos durante la campaña electoral, y el contexto económico y social y la crisis sanitaria en la que también estábamos antes de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre no han sufrido cambios que justifiquen un cambio repentino de actitud y de políticas públicas. Los sindicalistas se declaran conscientes de que Rumanía, al igual que todo el mundo, está pasando por una gran crisis sanitaria y económica, pero creen que es necesario tener políticas públicas equilibradas, elaboradas a través de una consulta real con los colaboradores sociales, que distribuya de forma equitativa el esfuerzo y los costes. Según el vice primer ministro Dan Barna (de la USR-Plus), parte de las demandas, sin indicarlas concretamente, se podrían solucionar próximamente. Dan Barna ha escrito en Facebook que son igualmente demandas que se deben mirar en el contexto de una economía de crisis y de un presupuesto que debe encajar en el déficit de un 7% del PIB.
Versión española: Monica Tarău